Hallan bajo el hielo de la Antártida una red de ciudades milenarias que puede reescribir la historia
Una estructura subterránea de origen aparentemente humano, descubierta con tecnología satelital y radar de penetración terrestre, podría cambiar la historia de las civilizaciones
Formaciones geométricas enterradas a gran profundidad bajo el
hielo antártico han sido identificadas por un grupo de investigadores gracias a
imágenes satelitales procesadas por inteligencia artificial y exploraciones con
radar de penetración terrestre.
Los primeros
informes, divulgados por medios como National
Geographic, apuntan a que estas estructuras podrían corresponder a
una antigua civilización humana que habría habitado el continente hace miles de
años, en una época en la que las condiciones climáticas serían radicalmente
distintas a las actuales.
Detectadas gracias al deshielo
Las supuestas
estructuras —que incluyen muros, canales y configuraciones en patrones
rectangulares y circulares— fueron detectadas en una zona hasta ahora
inexplorada, liberada del hielo de forma parcial por el progresivo deshielo
derivado del cambio climático.
Los modelos
tridimensionales generados por inteligencia artificial sobre las imágenes
recogidas muestran una distribución que no se corresponde con formaciones
naturales conocidas. Los científicos destacan que el hallazgo plantea preguntas
inquietantes sobre la historia humana en el planeta.
¿Una civilización desaparecida?
Hasta ahora
no se contaban con evidencias sólidas que sugirieran presencia humana en la
Antártida en tiempos remotos. Sin embargo, si los estudios de datación
confirman el origen humano de estas estructuras, se reabrirá el debate sobre
las migraciones prehistóricas, el alcance de civilizaciones desconocidas y los
efectos de eventos climáticos extremos que podrían haberlas borrado del mapa.
Algunas
hipótesis plantean que estas ciudades fueron sepultadas tras un cataclismo
climático o un desplazamiento repentino de las masas glaciares. Otros
científicos, sin embargo, reclaman prudencia y subrayan la necesidad de
descartar que se trate de formaciones geológicas inusuales.
Cautela y próximos pasos
De momento,
el equipo investigador trabaja en establecer con precisión la antigüedad de los
restos y su composición, a la espera de futuras misiones que puedan acceder
físicamente a la zona para confirmar los datos y extraer muestras.
“Si se confirma que las estructuras son artificiales, la historia
de la humanidad deberá ser reescrita por completo”, afirmó un portavoz anónimo vinculado al proyecto.
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