Un tsunami movió tierra adentro una roca de 1.200 toneladas hace 7.000 años en Tonga

El hallazgo, situado más de 200 metros del mar, confirma un evento extremo de hace 7.000 años y refuerza los estudios sobre el riesgo de tsunamis en el Pacífico

Una enorme roca de casi 1.200 toneladas ha sido identificada en la isla de Tongatapu, en Tonga, como uno de los bloques de piedra más grandes del mundo transportados por un tsunami. El descubrimiento, liderado por el investigador Martin Köhler de la Universidad de Queensland, aporta nuevas pruebas sobre la magnitud de los eventos extremos que han afectado a esta región del Pacífico y permite mejorar los modelos de riesgo frente a futuros tsunamis.

La roca, conocida como Maka Lahi, mide 14 metros de largo por 12 de ancho y 6,7 de alto, y se encuentra a más de 200 metros tierra adentro del borde costero y a 30 metros sobre el nivel del mar. Fue arrastrada a su posición actual por un tsunami ocurrido hace unos 7.000 años, según los datos del estudio publicados en la revista Marine Geology.

Una roca olvidada entre la vegetación, clave para entender el pasado

El hallazgo fue casi accidental. Köhler y su equipo inspeccionaban los acantilados del sur de la isla en busca de rastros de tsunamis cuando un grupo de agricultores locales les señaló la ubicación de la roca. “Me sorprendió mucho; está ubicada fuera de nuestra zona de trabajo y claramente tuvo que ser arrastrada por un tsunami enorme”, relató el investigador.

El equipo científico creó un modelo 3D de la roca y determinó, mediante simulaciones numéricas, que el transporte del bloque requirió olas de hasta 50 metros de altura, con una duración de al menos 90 segundos, lo que da una idea de la energía colosal liberada en aquel evento prehistórico.

Una advertencia de la historia para el presente y el futuro

La doctora Annie Lau, coautora del estudio y experta en geomorfología costera, destaca que Tonga tiene una larga y trágica historia de tsunamis, muchos de ellos causados por terremotos o erupciones volcánicas en la cordillera submarina de Tofua o la fosa de Tonga. “El tsunami más reciente, en 2022, causó la muerte de seis personas y daños considerables”, recordó.

Según Lau, analizar estos grandes eventos del pasado, como el que desplazó a Maka Lahi, “es esencial para entender mejor el comportamiento extremo del océano y prepararnos frente a desastres futuros, especialmente en regiones costeras propensas a tsunamis”.

El hallazgo no solo proporciona una prueba física de un tsunami gigantesco durante el Holoceno, hace unos 7.000 años, sino que además ofrece datos valiosos sobre el transporte de masas rocosas por olas extremas, un fenómeno poco documentado pero de gran relevancia para la evaluación de riesgos costeros en todo el mundo.

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