Detectan topurium por primera vez en el Gran Colisionador de Hadrones
El hallazgo, liderado por la colaboración internacional del experimento ATLAS, confirma la existencia del toponium, una unión entre quark top y antiquark top que desafía los límites conocidos de la física cuántica
El
experimento ATLAS del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), en el CERN, ha
logrado detectar por primera vez un estado cuasiligado de quarks top conocido
como topurium o toponium,
desafiando las predicciones más escépticas de la física cuántica. Se trata de
una unión extremadamente breve entre un quark top —la partícula elemental más
masiva— y su antipartícula correspondiente, el antiquark top, cuyo
comportamiento había sido hasta ahora una incógnita en la física de partículas
Este nuevo
estado de la materia ha sido identificado gracias a un minucioso análisis de
los datos obtenidos en las colisiones de altísima energía dentro del LHC. El
quark top, debido a su elevada masa y a su vida media excepcionalmente corta,
no llega a formar estados ligados convencionales como los demás quarks. Sin
embargo, el descubrimiento del topurium
demuestra que, en condiciones precisas, puede existir una breve atracción entre
estas partículas antes de desintegrarse, generando un fenómeno que abre nuevas
puertas a la comprensión de la estructura subatómica del universo
Marcel Vos,
investigador del CSIC en el Instituto de Física Corpuscular (IFIC), ha subrayado
la magnitud del hallazgo: “Durante años se creyó que este estado sería
indetectable, pues los efectos de su formación eran demasiado sutiles. Pero
ATLAS y CMS han conseguido revelar esta efímera unión entre quark y antiquark
top que ya se había predicho en 1990, antes incluso del descubrimiento del
quark top en 1995”
El topurium no es un estado ligado estable, sino uno
cuasiligado: una forma temporal de interacción en la que las partículas aún
poseen energía suficiente como para separarse. Sin embargo, su mera detección
sugiere una interacción más compleja de lo que se había supuesto. El hallazgo
plantea, además, la posibilidad de que se trate de una nueva partícula cuya
masa se aproximaría al doble de la del quark top, lo que implicaría una
revisión profunda de los modelos actuales de física cuántica
Los expertos
señalan que este descubrimiento puede tener implicaciones clave para comprender
mejor el Modelo Estándar de la física de partículas y explorar teorías más allá
del mismo. La capacidad del LHC para revelar estructuras tan inestables como
esta demuestra que la tecnología actual está rozando los límites del
conocimiento, y que los enigmas de la materia siguen siendo tan sorprendentes
como inexplorados
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