Una mina de cobre china amenaza el mayor yacimiento arqueológico budista del mundo

 

Una milenaria ciudad budista descubierta en unas montañas cercanas a Kabul está en peligro de desaparecer para siempre, absorbida por un consorcio chino que explota uno de los mayores yacimientos de cobre del mundo.

En la confluencia de la cultura griega e india, Mes Aynak, que tiene entre 1.000 y 2.000 años de antigüedad, fue antaño una enorme ciudad organizada alrededor de la extracción y el comercio de cobre.

Los arqueólogos han descubierto monasterios budistas, estupas, fortalezas, edificios administrativos y pozos, y siguen desenterrando cientos de estatuas, frescos, cerámicas, monedas y manuscritos.

A pesar de los saqueos a principios de siglo, Mes Aynak es "uno de los lugares arqueológicos más bonitos" en el mundo, dice Bastien Varoutsikos, arqueólogo de la empresa francesa Iconem, que trabaja para digitalizar la ciudad y su legado.

Pero estos trabajos pueden terminar por las necesidades financieras de los talibanes, en el poder desde el pasado agosto, que buscan nuevas fuentes de ingresos tras la congelación de la ayuda internacional.

Los objetos datan principalmente del siglo II al IX después de Cristo, pero piezas de cerámica de la Edad de Bronce hacen pensar en una ocupación anterior, previa incluso al nacimiento del budismo.

Olvidado durante siglos, el lugar fue redescubierto en los años 1960 por un geólogo francés. Por su extensión y su valor histórico, Mes Aynak ha sido comparado con Pompeya o el Machu Picchu.

Las ruinas, que ocupan unas 1.000 hectáreas, están en las alturas de una masiva cumbre cuyas laderas amarronadas delatan la presencia de cobre.

En 2007, el gigante minero chino Metallurgical Group Corporation encabezó un consorcio estatal, rebautizado posteriormente como MJAM, y firmó un contrato de 3.000 millones de dólares para explotar el lugar durante 30 años.

Quince años después, la mina todavía no existe debido a los retrasos causados por la inseguridad y los desacuerdos sobre las cuestiones financieras del contrato entre Pekín y Kabul.

Pero ahora el proyecto vuelve a ser prioritario para ambas partes y hay conversaciones en marcha sobre cómo seguir.

El temor crece por ver desaparecer de un día para otro lo que antes era uno de los centros comerciales más prósperos de la Ruta de la Seda.

A principios de 2010, era "uno de los mayores proyectos arqueológicos del mundo", dice Varoutsikos.

El grupo MJAM suspendió originalmente el inicio de las operaciones durante tres años para que los arqueólogos pudieran centrarse en la zona amenazada por la mina.

El plazo se alargó por los problemas de inseguridad de la zona, lo que impidió la construcción de la instalación y permitió recuperar miles de objetos guardados en museos.

Aunque en su primer régimen dinamitaron los Budas gigantes de Bamiyan en marzo de 2001, los talibanes aseguran que su deber es "proteger" el patrimonio de Mes Aynak, dijo a AFP Esmatullah Burhan, portavoz del ministerio de Minas.

Pero los restos son demasiado frágiles para ser trasladados y parecen destinados a desaparecer. Además, China suele apostar por minas abiertas, en vez de subterráneas, lo que abriría en canal la montaña.

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