LA NASA CELEBRA LOS 10 AÑOS DEL ROVER CURIOSITY EN MARTE CON UNA IMPRESIONANTE SELFIE

 

El rover Curiosity de la NASA aterrizó por primera vez en Marte hace 10 años, el 5 de agosto de 2012. Desde entonces, ha seguido desvelando secretos del Planeta Rojo mientras explora el cráter Gale.

Para celebrar la ocasión, la NASA ha compartido selfies tomados con el Mars Hand Lens Imager (MAHLI) en el extremo del brazo robótico de Curiosity. El selfie de 360 grados comprende 81 imágenes individuales de noviembre de 2021, el 3.303º día marciano de la misión.

La estructura rocosa detrás del rover es el Pedimento Greenheugh y la colina en la distancia media a la derecha es la Montaña Rafael Navarro. La abertura en forma de U a la izquierda del rover es la muesca Maria Gordon.

«Hoy se cumplen 10 años desde que el rover Curiosity aterrizó en Marte. Desde agosto de 2012, Curiosity ha estado explorando el monte Sharp, de 5 kilómetros de altura, en el cráter Gale. El rover ha subido más de 612 metros, alcanzando rocas progresivamente más jóvenes que sirven como registro de cómo Marte ha evolucionado de un planeta húmedo y habitable a un entorno desértico y frío», dijo la NASA en un comunicado.

El rover ha recorrido más de 28,1 km desde su aterrizaje en Marte y ha realizado múltiples descubrimientos científicos. Ahora está explorando el Monte Sharp, la montaña de 5,5 km de altura situada en el centro del cráter Gale.

EL VIAJE DE CURIOSITY

El viaje del Curiosity comenzó el 26 de noviembre de 2011, cuando la NASA lo lanzó a bordo de un cohete Atlas V de United Launch Alliance. Una vez que alcanzó una órbita de estacionamiento inicial de 165 × 324 km, la etapa superior Centaur se disparó una última vez para poner el vehículo en rumbo a Marte.

El vehículo pasó más de ocho meses surcando el espacio profundo y realizó cuatro correcciones de trayectoria para afinarla. Durante este tiempo, el rover estuvo encapsulado dentro de una cáscara de aerosol unida a la etapa de crucero.

Cuando el vehículo entró en la atmósfera de Marte, el aeroshell comenzó a disparar propulsores para mantener el vehículo en curso hacia su lugar de aterrizaje.  Durante la entrada, las temperaturas alcanzaron más de (871°C durante el pico de calentamiento.

Una vez que se encontraba a salvo en la entrada atmosférica, el vehículo desplegó un paracaídas para seguir frenando. En aquel momento, este paracaídas era el mayor paracaídas supersónico volado, abriéndose hasta un diámetro de 51 pies.

Después de descender, el vehículo se separó de la carcasa y continuó descendiendo con la ayuda de su grúa aérea impulsada por un cohete. A continuación, la grúa aérea utilizó cables para hacer descender el rover los últimos metros hasta la superficie, para evitar que los escombros salieran despedidos.

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