Una pequeña tortuga, imagen del desastre en nuestros océanos: ha estado seis días defecando plásticos
El planeta no deja de enviar señales de alerta;
muestras inequívocas que prueban que la acción humana está alterando, e incluso
destruyendo, numerosos ecosistemas. Mientras aquí se suceden los incendios
impulsados por las olas de calor extremo y las lluvias torrenciales azotan en
la otra punta del mundo, las voces que claman por un cambio de hábitos y una
postura más solidaria con el medioambiente continúan multiplicándose. El
mensaje es claro: o modificamos nuestra forma de desarrollarnos y adquirimos un
compromiso con la sostenibilidad y el entorno, o acabaremos consumiendo el
planeta que estamos explotando. Lo reivindicaban este verano activistas en
Lisboa a través de una impactante representación de la degradación de los
océanos, y lo claman ahora también desde Australia los cuidadores de un zoo que
han recibido una pequeña tortuga en condiciones muy graves debido a la ingesta
de plásticos.
El ejemplar, una tortuga marina verde, llegó con el
estómago lleno de estos residuos al ‘Taronga Zoo’ de Sídney, donde rápidamente
activaron los protocolos para intentar sacar al animal adelante y asegurar su
supervivencia.
En total, la tortuga estuvo seis días expulsando
plásticos de su organismo, pero sorprendentemente, tal como han explicado desde
el zoo, ha sobrevivido y ahora se encuentra bien.
Algunos de los fragmentos execrados eran muy duros y
afilados, lo cual podría haberle provocado graves daños internos, razón por la
cual sus cuidadores insisten en que la pequeña “tuvo mucha suerte” de estar
viva.
Desde el ‘Hospital de Vida Silvestre de Taronga’
advierten que cada año atienden a más de 80 tortugas marinas, la mayoría de las
cuales presentan heridas relacionadas con la “ingesta de plástico” y anzuelos,
los hilos, los sedales y las trampas de pesca.
“Cuando empezó a defecar, defecó plástico durante
seis días. Ningunas heces salieron. Solo puro plástico. Tuvo suerte porque
algunos de los que salieron eran muy duros. Ello podría haberle causado una
obstrucción. Esta pequeña ha tenido la suerte de su lado y lo execró todo.
Ahora está comiendo muy bien. Ya no defeca plástico. La cuidaremos durante un
tiempo y la criaremos para que cuando la soltemos tenga más probabilidades de
sobrevivir”, ha explicado una cuidadora.
Concretamente, demandan que se controle el uso de plásticos,
tal como ha prometido el Gobierno de Nueva Gales del Sur implementando un ‘Plan
de acción sobre plásticos’ para ayudar a combatir el problema, y piden que se
limiten los de un solo uso, llamando al correcto reciclado.
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