El pueblo de Italia donde el Sol no sale durante tres meses y se ilumina con un espejo gigante
La población de Viganella está rodeada de altas
montañas que bloquean los rayos del sol desde la mañana hasta la noche en los
meses de finales de otoño e invierno. Desde el 11 de noviembre, día de San
Martín, hasta el 2 de febrero, día de la Candelaria (dos coincidencias
realmente singulares, que veremos a continuación), la cresta alpina impide que
el sol llegue a las calles y plazas del pueblo.
En los valles de montaña, el sol sale más tarde y se
pone antes que en las zonas bajas. En algunos casos, la orientación geográfica
y la profundidad del valle amplifican esta reducción de las horas de luz, que
se hace aún más importante en los meses de otoño e invierno, cuando el sol está
más bajo en el horizonte. Sin embargo, el caso de Viganella es particular, ya
que el "astro rey" desaparece durante más de 80 días, casi tres
meses.
Un detalle curioso es que el sol ilumina el pueblo
por última vez el día de San Martín, el 11 de noviembre, una antigua fiesta que
se celebraba en toda Europa desde hace miles de años en la que la gente se
preparaba para el largo invierno con el "veranillo de San Martín".
Y eso no es todo. La fecha del final de este periodo
sin sol es el 2 de febrero, la Candelaria, una fiesta en la que se utilizaban
velas para celebrar el evidente aumento de las horas de luz. Una curiosa
coincidencia. No es casualidad que esta fiesta siga siendo muy popular en la
zona hoy en día, ya que coincide con el regreso de los rayos del sol después de
casi tres meses.
En 2006, el antiguo alcalde del pueblo, Pier Franco
Midali, junto con el arquitecto Giacomo Bonzani y el ingeniero Emilio Barlocco,
tuvieron la idea de colocar un gran espejo giratorio en la montaña por encima
del pueblo para reflejar los rayos del sol e iluminar el pueblo, proporcionando
luz y un poco de calor durante esos largos meses de oscuridad.
El proyecto se hizo realidad en ese mismo año,
cuando se colocó un espejo de 8 metros de ancho y 5 de alto en Alpe Scagiola,
una montaña al norte de Viganella, dirigiendo los rayos del sol hacia la plaza
del pueblo. El espejo, de cuarenta metros cuadrados de acero translúcido, se
mueve a lo largo del día gracias a un sistema mecánico informatizado,
comportándose como un girasol. De este modo, siguiendo el movimiento de la
Tierra alrededor del Sol, consigue proporcionar unas seis horas de luz solar en
la plaza de Viganella, durante los tres meses en los que sus rayos no llegaban
al pueblo.
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