Desentierran una pirámide desconocida con 300 momias que podría reescribir la historia de Egipto
La pirámide desconocida que se desenterró en la
necrópolis de Giza perteneció a una antigua faraona, cuya identidad sigue
velada tras milenios de historia.
A 100 años del descubrimiento de la tumba de
Tutankamón, la necrópolis de Giza sigue siendo un campo fértil para los
hallazgos arqueológicos. Recientemente, un equipo de investigadores del
Ministerio de Antigüedades de Egipto reportó el descubrimiento de cientos de
momias, enterradas al interior de una pirámide previamente desconocida.
A cargo del arqueólogo emérito Zahi Hawass, el
equipo de investigación exhumó los restos momificados de al menos 300 personas.
Se asume que formaron parte del cuerpo de servicio de una faraona de la que no
se tenía registro hasta el momento, enterrada antiguamente cerca de la tumba de
Tutankamón. Esto es lo que sabemos.
El egiptólogo Zahi Hawass y una de las momias
descubiertas en Saqqara, un sitio de excavación en las afueras de El Cairo. |
Crédito: Zahi Hawass
Además de las 300 momias desenterradas en la
pirámide desconocida, los arqueólogos encontraron un alijo de ataúdes y
artefactos, así como una serie de túneles interconectados. Estos hallazgos son
el resultado de dos años de excavaciones en el sitio de Saqqara, a unos 32
kilómetros de El Cairo.
Hasta ahora, se sabe que algunos de los ataúdes
pertenecieron a generales distinguidos, que fueron consejeros cercanos de
Tutankamón. Seguramente, lo acompañaron desde que subió al trono hasta su
muerte temprana, a los 19 años. Además de estos restos, los investigadores
encontraron un antiguo santuario funerario en honor a Teti, el primer rey de la
Dinastía VI
Lo más impresionante, destaca el arqueólogo y
ex-ministro de Antigüedades, es que la mayoría de los entierros que pertenecían
al Reino Antiguo o del Período Tardío. En los 22 pozos encontrados —con hasta
18 metros de profundidad—, se encontraron tumbas del Reino Nuevo, que
corresponde al reinado de Tutankamón.
Según Hawass, las momias encontradas al interior
están claramente diferenciadas entre hombres y mujeres, con escenas detalladas
de su Libro de los Muertos personal. No sólo eso: cada sarcófago cuenta con el
nombre de la persona que falleció, así como ofrendas a los 4 hijos de Horus, el
dios del cielo.
En la mitología egipcia, los hijos de Horus eran los
encargados de velar por los restos orgánicos de las personas. Una vez que el
proceso de momificación había terminado, los órganos se depositaban en envases
específicos para conservar el cuerpo lo más posible. Incluso a pesar del paso
del tiempo, los saqueos y el medioambiente, las momias están impresionantemente
bien conservadas, dice Hawass:
Con todo lo anterior, los investigadores también
encontraron el nombre de la faraona para quien fue erigida la pirámide
desconocida. A partir de los análisis del recinto, determinaron que la
estructura se construyó para la reina Neith. Nunca antes se había tenido
registro de ella, enfatiza Hawass, por lo que podría «reescribir literalmente
lo que sabemos de la historia«.
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