La EEI maniobra de urgencia para no chocar contra un fragmento de basura espacial
En la Estación Espacial Internacional las cosas se
planean con mucho tiempo. Pero últimamente no dejan de surgir imprevistos que
dan al traste con tanta planificación. El último, un fragmento de basura
espacial que obligó a modificar la órbita de la Estación y que ha provocado la
cancelación de un paseo espacial previsto para esta tarde en el segmento
estadounidense.
Josh Cassada y Frank Rubio iban a instalar un cuarto
panel solar desenrollable iROSA. Y de hecho ya estaban poniéndose sus trajes
cuando saltó el aviso de que un resto de una etapa superior Fregat-SB del
lanzamiento del observatorio de rayos X Spektr R en 2011 iba a pasar a menos de
400 metros de la Estación. Así que el paseo fue cancelado para poder ejecutar
la maniobra de separación. Se encargó de ello la cápsula Progress MS-22, que
encendió sus motores durante 10 minutos y 21 segundos a las 14:42, hora
peninsular española (UTC +1).
Habrá que ver para cuando queda reprogramado el
paseo espacial, que ya había sido retrasado de este pasado lunes para que el
brazo robot de la Estación pudiera tomar imágenes de la cápsula tripuladas
Soyuz MS-22 con la intención de determinar su estado tras la fuga de
refrigerante que sufrió el pasado día 15.
Esa fuga de refrigerante a su vez obligó a la
cancelación de un paseo espacial que iban a llevar a cabo Sergey Prokopyev y
Dmitri Petelin para instalar en su sitio el radiador del módulo Nauka. Paseo
que a su vez se había visto retrasado por un fallo en uno de los trajes
espaciales rusos el día 25 de noviembre.
El fallo de ese traje, además ya había obligado a
posponer los dos paseos espaciales que, después de la instalación del radiador
en su sitio, iban a servir para colocar la esclusa ShK en su sitio en el
exterior de Nauka.
No es la primera vez, ni con mucho, que la EEI tiene
que maniobrar para apartarse a causa de un fragmento de basura espacial. Y
tanto la NASA como Roscosmos insisten en que la tripulación de la EEI no estuvo
en peligro en ningún momento. Pero para mí este descubrimiento tan tardío del
peligro que suponía ese resto de basura espacial en concreto pone en negro
sobre blanco el problema que supone que no esté claro si la Soyuz MS-22 está en
condiciones de ser utilizada o no. Aparte de ser la nave en la que Sergey
Prokopyev y Dmitri Petelin, junto con Frank Rubio, llegaron a la Estación y en
la que van (o iban) a volver al fin de su misión, es su salvavidas para
posibles emergencias. Y hoy, de haber sido necesario, podría haber pasado
cualquier cosa.
Roscosmos ha anunciado que el próximo día 27 los
distintos grupos que están estudiando el caso de la cápsula dañada emitirán su
veredicto, que puede ir de que no pasa nada a que hay que acelerar el
lanzamiento de la Soyuz MS-23 porque la MS-22 no sirve.
En ese sentido, Roscosmos está planteándose posponer
el lanzamiento de la cápsula de carga Progress MS-22, previsto para el 16 de
febrero, a marzo, para poder tener lista antes la Soyuz MS-23.
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