¡El interior de Marte es LÍQUIDO!
Las ondas sísmicas producidas por un martemoto y un
meteorito viajaron por el interior de Marte, revelando que su núcleo es líquido
y está compuesto por una mezcla de hierro y elementos ligeros
El sismómetro de un robot marciano de la NASA ha
permitido averiguar cómo es el interior del planeta rojo, midiendo directamente
las propiedades de su núcleo: su corazón es totalmente líquido -a diferencia
del de la Tierra, que combina un núcleo externo líquido y un núcleo interno
sólido-. Además, para sorpresa de los científicos, el núcleo marciano no está
compuesto sólo o prácticamente sólo por hierro, sino que tiene altos
porcentajes de sulfuro y oxígeno, que son elementos ligeros. Han encontrado
también pequeñas cantidades carbono e hidrógeno.
Son las principales conclusiones extraídas gracias a
los datos recabados por la sonda InSight, que llegó a Marte en 2018 y estuvo
operativa hasta que a finales del año pasado, la acumulación de polvo marciano
hizo imposible que su misión volviera a ser ampliada. InSight se hizo famoso
estudiando los martemotos, es decir, los movimientos sísmicos que también
sacuden a este planeta del Sistema Solar con tantas cosas en común con el
nuestro.
Afortunadamente, la misión del robot, que en
principio iba a durar poco más de un año marciano (dos años terrestres) pudo
ser ampliada, porque fue en ese periodo de prórroga cuando se produjeron los
dos acontecimientos geológicos, distantes entre sí, que generaron esas ondas
sísmicas que han permitido saber cómo es el interior del planeta: uno fue
martemoto (un terremoto marciano) y el otro, la caída de un meteorito.
"Dos señales sísmicas, una de un martemoto muy
distante y otra de la caída de un meteorito en el otro lado del planeta, nos
han permitido sondear el núcleo marciano con ondas sísmicas. Efectivamente,
hemos estado escuchando la energía que viaja a través del corazón de otro
planeta, y ahora la hemos oído", resume Jessica Irving, la investigadora
de la Universidad de Bristol que lidera este estudio publicado este lunes en la
revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Esos dos acontecimientos generaron ondas sísmicas en
el lado opuesto del que se encontraba el robot. Al comparar cuánto tiempo
tardaron esas sondas sísmicas generadas en viajar a través de Marte respecto a
lo que tardaron las ondas que permanecieron en el manto, y al combinar esta
información con otras mediciones sísmicas y geofísicas, los científicos
estimaron la densidad y el tipo de material a través del cual viajaron las
ondas. Los resultados indicaron que lo más probable es que Marte tenga un
núcleo completamente líquido, a diferencia de la combinación de la Tierra de un
núcleo externo líquido y un núcleo interno sólido.
Como recuerda Vedran Lekic, coautor de este
artículo, el núcleo de la Tierra fue descubierto en el año 1906, cuando los
científicos observaron cómo las ondas sísmicas de los terremotos se veían
afectadas al viajar a través de él: "Más de cien años después, estamos
aplicando nuestro conocimiento de las ondas sísmicas a Marte. Con InSight,
finalmente estamos descubriendo qué hay en el centro de Marte y qué hace que
sea tan similar pero distinto de la Tierra", ha señalado el profesor de la
Universidad de Arizona, en EEUU.
Las mediciones de esta energía acústica, denominadas
ondas sísmicas, indican que su núcleo líquido es ligeramente más denso y más
pequeño de lo que se pensaba anteriormente, pues el radio estimado es de
1.780-1.810 kilómetros. Su composición líquida es, como decíamos, una mezcla de
hierro con azufre y oxígeno. Estos dos elementos ligeros constituyen una quinta
parte del peso del núcleo, una cantidad muy superior a la que suponen los
elementos ligeros que hay en el núcleo terrestre. Esto significaría que el
núcleo marciano es mucho menos denso que el de nuestro planeta.
"La singularidad del núcleo de la Tierra le
permite generar un campo magnético que nos protege de los vientos solares,
permitiéndonos conservar el agua. El núcleo de Marte no genera este escudo
protector, por lo que las condiciones de la superficie del planeta son hostiles
para la vida", resume Nicholas Schmerr, coautor del artículo e
investigador también de la Universidad de Maryland.
Pero que Marte no tenga hoy en día un campo
magnético, no significa que no lo haya tenido en el pasado. De hecho, debido a
los rastros de magnetismo que hay en la corteza de Marte los geólogos plantean
la hipótesis de que tuviera un escudo magnético similar al campo generado por
el núcleo de la Tierra, por lo que creen que es posible que evolucionara
gradualmente a sus condiciones actuales, pasando de ser un mundo con un entorno
potencialmente habitable a un planeta con unas condiciones increíblemente
hostiles para la vida tal y como la conocemos en la Tierra. Las condiciones en
el interior juegan un papel clave en esta evolución, al igual que los impactos
violentos, según los investigadores.
Como ejemplo de esta probable evolución marciana, el
profesor Lekic menciona las pequeñas trazas de hidrógeno que hay en el núcleo
marciano: "Significa que han tenido que darse ciertas condiciones para que
ese hidrógeno esté ahí, y tenemos que entender esas condiciones si queremos
comprender cómo Marte se ha convertido en el planeta que es hoy en día".
Los científicos no han acabado ni mucho menos de
analizar los datos sísmicos recogidos por InSight durante sus cuatro años de
trabajo por lo que esperan seguir obteniendo más resultados sobre la evolución
de Marte que permitan compararlos con otros cuerpos del Sistema Solar. Además,
los autores que firman el estudio publicado este lunes consideran que los
resultados de esta sonda de la NASA pueden inspirar futuras expediciones para
estudiar las características geofísicas de otros cuerpos celestes y planetas
como Venus o Mercurio.
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