Descubren en el Ártico un cráter de 300 metros
Investigadores de la Universidad de Tromsø (UiT) en
Noruega, en colaboración con REV Ocean, han descubierto un volcán de lodo. Se
trata del segundo volcán de este tipo hallado en aguas noruegas. El volcán fue
descubierto el 7 de mayo de 2023 y ha sido bautizado como volcán de lodo
Borealis.
Este inusual fenómeno geológico fue descubierto a
bordo del buque de investigación Kronprins Haakon utilizando un vehículo
submarino operado por control remoto llamado ROV Aurora.
El descubrimiento se produjo en el suroeste del mar
de Barents, en la parte exterior de Bjørnøyrenna. El volcán se encuentra a unas
70 millas náuticas (129 kilómetros) al sur de la Isla Bjørnøya, a una
profundidad de 400 metros.
Ver una erupción submarina en tiempo real me
recuerda lo ‘vivo’ que está nuestro planeta, afirma la profesora Giuliana
Panieri, jefa de la expedición e investigadora principal del proyecto de la
UiT.
El volcán recién descubierto se encuentra en el
interior de un cráter de unos 300 metros de ancho y 25 metros de profundidad.
Lo más probable es que sea el resultado de una erupción natural catastrófica
que liberó bruscamente cantidades masivas de metano justo después de la última
glaciación, hace 18.000 años.
El volcán, de unos 7 metros de diámetro y 2,5 metros
de altura, emite continuamente un líquido rico en metano. El metano es un gas
de efecto invernadero muy potente una vez que llega a la atmósfera.
Este descubrimiento ayudará a los científicos a
comprender el efecto de fenómenos localizados pero persistentes en el balance
mundial de metano y su impacto en los ecosistemas.
No excluimos la posibilidad de descubrir otros
volcanes de lodo en el mar de Barents. Sólo gracias a una buena colaboración y
a una tecnología avanzada podemos hacer tales descubrimientos, afirma Panieri.
El único volcán de lodo conocido en aguas noruegas,
el volcán Håkon Mosby, fue descubierto en 1995. Se encuentra a 1.250 metros de
profundidad en el fondo marino, al sur de Svalbard, a 72°N.
Estos peculiares volcanes son ventanas directas al
interior de la Tierra, ya que erupcionan principalmente agua y sedimentos finos
desde profundidades de varios cientos de metros a unos pocos kilómetros.
También proporcionan una pista sobre los entornos que han existido en la Tierra
en el pasado.
Entender la evolución y composición de los fluidos
nos ayuda a comprender su impacto potencial en el balance global de metano y
puede informar sobre lo que ocurre en otros planetas, afirma Panieri.
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