Propinan una paliza a un arqueólogo griego por destapar una mafia urbanística que destruía hallazgos

 

En los 90, las películas de Indiana Jones nos mostraban a un intrépido arqueólogo que, cual héroe homérico, tenía que hacer frente a innumerables peligros para «rescatar» los tesoros más valiosos de las grandes civilizaciones. Este argumento que parece pura ficción, sin embargo, no está lejos de la realidad cuando la arqueología se enfrenta a los intereses de las grandes promotoras inmobiliarias y a la industria del turismo. Es el caso de uno de los arqueólogos del Eforato de Antigüedades de las islas Cícladas, en Grecia, quien hace unas semanas sufrió una brutal paliza que le ha dejado con un traumatismo severo en el cráneo, nariz y varias costillas rotas.

Se trata de Manolis Psarós, arqueólogo defensor de la conservación del paisaje natural y cultural de la turística isla de Miconos y responsable de la concesión de licencias de construcción cuando en el terreno se han hallado restos arqueológicos. Psarós fue atacado por la espalda cuando se dirigía a su domicilio. No logró ver a sus atacantes ni defenderse porque un golpe en seco en la cabeza lo dejó inconsciente en el suelo mientras los agresores continuaron pateándolo. «Ha sido un ataque propio de las mafias», comenta su abogada, Efi Mugaraki, a ABC. Pocos días después de la brutal paliza, otra de las arqueólogas de Miconos recibió un SMS con amenazas de muerte hacia ella y su familia.

Según Mugaraki, los tres arqueólogos que operan en la isla estaban en este momento supervisando el proyecto de construcción de un bar en la capital de Mikonos. Días antes del ataque, Psarós había comunicado a la policía local que las obras debían paralizarse tras el hallazgo de restos arqueológicos. Sin embargo, la policía no lo hizo. No es la primera vez que algo así pasa, explica Mugaraki, «hay una gran falta de compromiso por parte de las autoridades locales con el cumplimiento de la ley».

Efi Vuvulí, miembro de la Unión de Arqueólogos Griegos, a la que pertenecen los que trabajan en el Ministerio de Cultura y Deportes, explica a ABC que en las islas del Egeo los empresarios solicitan los permisos a urbanismo cuando la obra ya está terminada. Además, se ha extendido la práctica de pedir licencia por escasos metros cuadrados y después construir hectáreas. Este es el caso de Pánormos, una playa paradisiaca donde el bar Principote ocupa casi toda la extensión del litoral a pesar de que solo contaba con licencia de construcción para 150 m2. Desde el año 2007 hasta hoy, el complejo se ha ido extendiendo sin ningún tipo de licencias ni control amenazando los recursos naturales de la zona y ocupando más de una hectárea de la playa y la zona colindante.

Vuvulí nos explica que la figura del arqueólogo está siempre en el ojo del huracán en Grecia, sobre todo en los destinos más turísticos, al ser considerado como una amenaza que puede paralizar durante meses las obras con el consiguiente gasto que supone para la empresa constructora y el propietario del terreno. «En la mayor parte del país, a los arqueólogos no se nos considera como un aliado que favorece el turismo, sino todo lo contrario, como a un enemigo que paraliza el desarrollo y frena el turismo», añade Vuvulí.

Tras el suceso, la Unión de Arqueólogos Griegos se movilizó para exigir que se refuerce los cuerpos de seguridad en las islas Cicládas. «Nos ha sorprendido la calidez con la que nos recibieron los habitantes de Miconos. Es como si hubieran entendido que los próximos pueden ser ellos y que los arqueólogos somos aliados y no enemigos. Creo que se ha roto de una vez por todas la ley del silencio en la isla», comenta con sorpresa Vuvulí. Parece que es así, puesto que en los últimos días se han denunciado más de 200 construcciones ilegales. El sindicato del sector público ADEDY (por sus siglas en griego) convocó el pasado martes una huelga de servicios públicos en la isla para protestar por la paliza al arqueólogo y para exigir al Ejecutivo un mayor control urbanístico en la isla que cntó con la participación masiva de los isleños.

 

Por su parte, el Ministerio de Cultura de Grecia, a través de un comunicado, condenó la brutal paliza y ha pedido que los tres arqueólogos destinados en Miconos sean trasladados a otro destino. No obstante, según la abogada de dos de los funcionarios, no están por la labor de hacerlo porque «es como reconocer que tenemos miedo a los acosadores».

Para el Ejecutivo de Mitsotakis, el ataque a Psarós ha sido la gota que ha colmado el vaso. El pasado 22 de marzo, convocó una reunión especial en la que se tomaron medidas urgentes para terminar con las mafias urbanísticas de la isla. «No puede ser que en la isla algunos crean estar por encima de la ley», declaraba el primer Ministro griego tras el anuncio de las medidas. Una de las medidas más destacadas ha sido el envío de una comisión especial a la isla para revisar las denuncias por construcciones ilegales, la paralización de todas las obras y el refuerzo del cuerpo de policía de la isla con 100 agentes más.

Según datos oficiales, el año pasado 135 personas fueron detenidas en las islas cicládicas por construcciones ilegales. En el primer trimestre de 2023, han sido detenidas 61 personas por 48 casos de corrupción urbanística. Mugaraki señala que otro de los inconvenientes en la isla es que el jefe de policía es rotativo, por lo que no pasa suficiente tiempo en Miconos como para hacer investigaciones a largo plazo. «Esto es algo que debería cambiar si queremos acabar con las mafias», añade Mugaraki. Además, la abogada pide que las multas a los empresarios se adecuen a la facturación anual: en este momento son tan bajas que les conviene saltarse la ley y pagar una multa que supone a lo sumo el importe de las ganancias de un solo día de trabajo».

Pocos días después de que la comisión de investigación creada por el gobierno de Mitsotakis acudiera a Pánormos para investigar las irregularidades de la construcción del bar Principote, como si de un pulso entre el Estado y las constructoras se tratara, se ha levantado una valla alrededor del complejo impidiendo el acceso a la playa. Tras la inspección realizada por la comisión de expertos, el complejo tendrá que pagar una multa de más de 22 millones de euros y demoler más de 30 construcciones ilegales que ocupan una extensión de unos 40.000 metros cuadrados, entre los que incluyen las vallas que cerraron la playa. Si no cumplen, cada año tendrán que abonar más de 10 millones de euros en multas.

Mikonos, con unos 105 Km2 y 90 Km de costa, posee muchos paisajes protegidos e importantes restos arqueológicos, los más antiguos del V milenio a.C. La isla empezó a cobrar fama en la década de los años 50 del siglo pasado, cuando Aristóteles Onassis y María Callas empezaron a veranear en ella. Desde entonces, se ha convertido en uno de los destinos del Mediterráneo que atrae cada año a miles de turistas de todo el mundo. No obstante, su riqueza natural y cultural está amenazada por el incontrolable crecimiento urbanístico y el turismo de masas.

Tras lo acontecido en Miconos, la isla de Syfnos, también en el Egeo, ha decidido frenar las grandes construcciones y, sobre todo, las piscinas, como forma de impedir que el paisaje natural y cultural se dañe por el crecimiento urbanístico y turístico descontrolado.

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