Marte esconde un mar radiactivo de magma bajo su superficie
Descubren que su núcleo líquido, compuesto
principalmente por hierro, está rodeado de un mullido manto de roca fundida de
unos 150 km de diámetro
Las mediciones y análisis que llevó a cabo en 2021
el robot InSight de la NASA, ya jubilado, han ofrecido a los científicos un
nuevo mapa de la estructura interna de Marte. Según exponen este miércoles dos
investigaciones publicadas en la revista Nature, los nuevos datos ofrecen una
nueva interpretación del interior del planeta rojo, sugiriendo que su núcleo es
más pequeño y más denso de lo que se pensaba hasta ahora.
En concreto, los científicos afirman que ese núcleo
de hierro líquido de Marte probablemente está rodeado de una capa completa de
silicatos (rocas) fundidos.
El pasado abril, otra investigación realizada con
los datos de InSight reveló que el corazón marciano es totalmente líquido, a
diferencia del de la Tierra, que combina un núcleo externo líquido y un núcleo
interno sólido. Además, averiguaron que el el núcleo marciano no está compuesto
sólo o prácticamente sólo por hierro, sino que contiene también azufre y
oxígeno, que son elementos ligeros, además de carbono e hidrógeno.
Sin embargo, estos resultados indicarían que el
núcleo tiene una mayor proporción de elementos más ligeros de lo que es
factible, según las estimaciones que se habían hecho sobre la abundancia de
estos elementos en las primeras etapas de la historia de formación de Marte.
Exploración espacial. El corazón de Marte es
líquido: la primera detección de ondas sísmicas en Marte revela una inesperada
composición del planeta rojo
Los equipos liderados por Amir Khan y Henri Samuel,
respectivamente, examinaron el último lote de señales sísmicas y las combinaron
con simulaciones de modelos geofísicos para obtener estimaciones del tamaño y
la composición del núcleo marciano. Ambos estudios determinaron que el núcleo
de hierro líquido de Marte está rodeado por una capa de roca de silicato casi
fundida que tendría aproximadamente 150 kilómetros de espesor, cuya parte
superior se había interpretado previamente erróneamente como la superficie del
núcleo.
¿Y qué significa esto? Esta disminución en el radio
del núcleo implicaría una densidad mayor que la estimada en el estudio anterior
del robot InSight. Según los científicos, estas estimaciones casan más
fácilmente con el conocimiento existente sobre la abundancia química en Marte,
ya que requieren menos elementos ligeros de aleación para producir un núcleo
líquido estable.
Anteriormente, se estimó que el diámetro del núcleo
era de unos 1.800 kilómetros, mientras que ahora se cree que oscila entre los
1.650 y los 1.675 km.
En un artículo que acompaña a ambas investigaciones
en la misma revista, Nature, la científica Suzan van der Lee, del Departamento
de Ciencias Planetarias de la Universidad Northwestern, describe estos
resultados como "las estimaciones más ajustadas y precisas obtenidas hasta
ahora del manto y del núcleo de Marte". Estos hallazgos, añade,
"muestran que combinando observaciones sismológicas con los conocimientos
sobre la formación y evolución de planetas terrestres y datos sobre el tamaño,
forma, rotación y campo magnético del planeta, se puede obtener valiosa
información sobre el pasado y presente de Marte, y sus dinámicas futuras".
A diferencia de otros robots que han explorado
Marte, como Curiosity o Perseverance, InSight permaneció anclado a la
superficie. Llegó a Marte en 2018 y en 2019 comenzó a tomar el pulso a este
planeta, con sus radares y demás instrumentos, que han permitido registrar por
primera vez los terremotos marcianos, llamados martemotos, de los que detectó
más de mil. Con su instrumento SEIS ( Seismic Experiment for Interior
Structure) registró las ondas sísmicas que atraviesan el interior del planeta,
algo que sólo se ha podido hacer en la Tierra y en la Luna.
Debido a la gran acumulación de polvo, sus paneles
solares dejaron de suministrarle energía y la sonda dejó de operar a finales de
2022.
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