La NASA construirá una central nuclear en la Luna
La NASA planea extender los tres contratos de diseño
de reactores nucleares de fisión para producir energía en la Luna a una segunda
fase en que se elegirá UN modelo listo para lanzarse hacia 2030. La agencia
está concluyendo la fase inicial de su Proyecto de energía de fisión en
superficie, que se centró en desarrollar diseños conceptuales para un pequeño
reactor de fisión nuclear generador de electricidad que podría usarse durante
una futura demostración en la Luna y para informar futuros diseños para Marte.
La NASA otorgó tres contratos de 5 millones de dólares en 2022, asignando a
cada socio comercial -Lockheed Martin, Westinghouse y IX de Houston- el
desarrollo de un diseño inicial que incluía el reactor; sus sistemas de
conversión de energía, rechazo de calor y administración y distribución de
energía; costos estimados; y un calendario de desarrollo que podría allanar el
camino para impulsar una presencia humana sostenida en la superficie lunar
durante al menos 10 años. La agencia diseñó los requisitos para que este
reactor inicial fuera abierto y flexible para mantener la capacidad de los
socios comerciales de aportar enfoques creativos para la revisión técnica. Sin
embargo, la NASA especificó que el reactor debería mantenerse por debajo de las
seis toneladas métricas y ser capaz de producir 40 kilovatios (kW) de energía
eléctrica, lo que garantiza suficiente energía para fines de demostración y
energía adicional disponible para operar hábitats lunares, vehículos
espaciales, redes de respaldo o experimentos científicos. En Estados Unidos, 40
kW pueden, en promedio, proporcionar energía eléctrica a 33 hogares. La NASA
también se fijó el objetivo de que el reactor fuera capaz de funcionar durante
una década sin intervención humana, lo cual es clave para su éxito. La
seguridad, especialmente en lo que respecta a la dosis de radiación y el
blindaje, es otro factor clave para el diseño. Más allá de los requisitos
establecidos, los socios previeron cómo se encendería y controlaría el reactor
de forma remota. Identificaron fallas potenciales y consideraron diferentes
tipos de combustibles y configuraciones. Tener empresas nucleares terrestres
combinadas con empresas con experiencia en el espacio generó una amplia gama de
ideas. "Estamos recibiendo mucha información de los tres socios",
explica en un comunicado Lindsay Kaldon, gerente del proyecto Fission Surface
Power en el Centro de Investigación Glenn. "Tendremos que tomarnos un
tiempo para procesarlo todo y ver qué tiene sentido pasar a la Fase 2 y sacar
lo mejor de la Fase 1 para establecer requisitos para diseñar un sistema de
menor riesgo en el futuro". La licitación abierta para la Fase 2 está
prevista para 2025. Después de la Fase 2, la fecha prevista para entregar un
reactor a la plataforma de lanzamiento es principios de la década de 2030. En
la Luna, el reactor completará una demostración de un año seguida de nueve años
de funcionamiento. Si todo va bien, el diseño del reactor podría actualizarse
para su uso potencial en Marte. CONVERTIDORES Más allá de prepararse para la
Fase 2, la NASA otorgó recientemente contratos a Rolls Royce North American
Technologies, Brayton Energy y General Electric para desarrollar convertidores
de energía Brayton. La energía térmica producida durante la fisión nuclear debe
convertirse en electricidad antes de su uso. Los convertidores Brayton
resuelven esto utilizando diferencias de calor para hacer girar turbinas dentro
de los convertidores. Sin embargo, los convertidores Brayton actuales
desperdician mucho calor, por lo que la NASA ha retado a las empresas a hacer
estos motores más eficientes. Si bien los sistemas de energía solar tienen
limitaciones en la Luna, un reactor nuclear podría colocarse en áreas
permanentemente sombreadas (donde puede haber hielo de agua) o generar energía
continuamente durante las noches lunares, que duran 14 días y medio terrestres.
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