Descubren un nuevo monolito metálico en medio de la nada y se reabre el misterio
Hace ya varios años, concretamente en noviembre de
2020, un grupo de funcionarios del Departamento de Seguridad Pública de Estados
Unidos que volaba en helicóptero para avistar una serie de carneros descubría
un pilar metálico de 2,9 metros de altura en los cañones rojos del sureste de
Utah. Un monolito de acero inoxidable, tal y como explicaban los responsables
del hallazgo por aquel entonces, remachado en forma de un prisma triangular que
llamaba la atención de propios y extraños. No solo por su diseño, que también,
sino porque estaba situado en medio de la nada.
A raíz de este primer hallazgo, que daba la vuelta
al mundo en cuestión de días, los misteriosos monolitos metálicos comenzaron a
reproducirse en distintos rincones del planeta. Desde Estados Unidos hasta
Rusia, desde Rumanía hasta Reino Unido. También en España, donde los vecinos y
vecinas de localidades como Ayllón y S'Agaró descubrían uno de estos tótems tan
característicos. Un monolito del mismo tamaño que, una vez más, levantaba todo
tipo de sospechas entre todas las personas que siguieron de cerca esta
historia. Y es que nadie sabía de dónde procedían estos monolitos ni cuál era
su finalidad, pues estaban situados en localizaciones de lo más aleatorias y no
parecían tener ningún tipo de utilidad.
Varios meses más tarde, The New York Times daba a
conocer que había sido una campaña orquestada por un colectivo de artistas,
quienes se atribuyeron la autoría tanto del montaje como de la colocación de
estos monolitos. De hecho, publicaron los vídeos de este proceso a través de un
perfil de Instagram llamado The Most Famous Artist, donde se podían ver todos y
cada uno de los tótems distribuidos en todo el mundo. Una noticia que parecía
poner punto y final a un misterio que, sin embargo, se ha vuelto a abrir esta
semana.
Todo ello porque un excursionista del condado de
galés de Powys se ha encontrado un nuevo monolito de acero en la cima de la
colina Hay Bluff. En declaraciones a The New York Times, Craig Muir ha
reconocido que se quedaron de piedra tras después de ver este tótem de tres
metros de altura: "Cuando lo vimos por primera vez me quedé un poco desconcertado
porque parecía una especie de OVNI". Entre otras cosas, el protagonista de
esta historia destaca que el monolito había sido construido a partir de un
material metálico muy fino pero que era de lo más estable. A pesar de que hacía
mucho viento, esta estructura no se movió de su sitio para el asombro del
excursionista.
Lo que más le sorprendió fue que no hubiera ninguna
marca en el suelo que evidenciara que alguien lo había colocado ahí
estratégicamente: "No parecía que lo hubieran dejado ahí sin más, sino que
lo habían enterrado con precisión. Sin embargo, no encontramos huellas a su
alrededor". Algo que sin duda alguna llamó su atención, pues no sabía de
dónde podía proceder esta estructura.
Por el momento se desconoce quién está detrás de
este nuevo monolito. A pesar de que todas las pistas señalan al colectivo de artistas
anteriormente señalado, estos solo reclamaron la autoría de los que aparecieron
en Estados Unidos. Por lo tanto, el misterio continúa.
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