El Acelerador de Hadrones se enciende para buscar las misteriosas "partículas fantasma"

 

Durante mucho tiempo, algunos físicos han sospechado de la existencia de un tipo de misteriosas partículas "fantasma" en el mundo que nos rodea, las cuales podrían mejorar enormemente nuestra comprensión de la verdadera naturaleza del universo.

Ahora los científicos creen haber encontrado una manera para demostrar si existen o no.

El Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés) ha aprobado un experimento diseñado para encontrar pruebas de su existencia.

El nuevo instrumento será mil veces más sensible a este tipo de partículas que los dispositivos anteriores.

Chocará partículas contra una superficie dura para detectarlas en lugar de hacerlo chocando contra otras como lo hace actualmente el dispositivo principal del CERN, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC).

¿Qué son las partículas fantasma?

Entonces, ¿qué son estas partículas fantasmales y por qué se necesitaba un nuevo enfoque para detectarlas?

La teoría actual de la física de partículas se llama Modelo Estándar.

Dice que todo en el universo está formado por una familia de 17 partículas -algunas muy conocidas, como el electrón y el bosón de Higgs, y otras menos conocidas, pero maravillosamente nombradas, como el quark encantado, el neutrino tauónico y el gluon.

Algunas se mezclan en diferentes combinaciones para formar las partículas más grandes, pero aún increíblemente pequeñas, que forman el mundo que nos rodea, así como las estrellas y galaxias que vemos en el espacio, mientras que otras están involucradas en las fuerzas de la naturaleza.

Pero hay un problema: los astrónomos han notado cosas en los cielos (la forma en que se mueven las galaxias, por ejemplo) que sugieren fuertemente que todo lo que podemos observar constituye sólo el 5% del universo.

Una parte, o incluso todo el resto del universo, podría estar formado por partículas "fantasmas" u "ocultas".

Se cree que son dobles fantasmas de las 17 partículas del Modelo Estándar.

Si existen, son realmente difíciles de detectar porque rara vez interactúan con el mundo que conocemos. Como fantasmas, atraviesan todo y no pueden ser detectadas por ningún dispositivo terrestre.

Pero la teoría establece que las partículas fantasma pueden, muy raramente, desintegrarse en partículas del Modelo Estándar, y así, pueden ser medidas por detectores.

El nuevo instrumento eleva las posibilidades de detectar estas desintegraciones al aumentar considerablemente el número de colisiones.

En lugar de hacer chocar partículas entre sí, como hacen la mayoría de los experimentos actuales, la Búsqueda de Partículas Ocultas (SHiP) las estrellará contra un gran bloque de material.

Esto significa que todas las partículas se romperán en pedazos más pequeños, en lugar de solo una parte. El siguiente diagrama muestra por qué este enfoque de "objetivo fijo" es mucho más eficaz.

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