La NASA descubre por qué la Voyager 1 lleva meses enviando mensajes absurdos
Desde el pasado mes de noviembre, la sonda espacial Voyager 1, la nave espacial que más lejos se encuentra de la Tierra, no ha hecho más que enviar mensajes absurdos.
Desde las afueras de nuestro Sistema Solar, a 24.000
millones de km de distancia, la veterana nave, en efecto, ha estado enviando
secuencias repetitivas de ceros y unos que para los científicos no tenían
ningún sentido. Un auténtico galimatías imposible de descifrar y comprender. Y
ahora, por fin, los técnicos de la NASA han conseguido identificar el problema,
e incluso han dado con una posible solución.
Desde que fue lanzada en 1977 y a medida que se
aleja de nosotros, la nave envía señales de radio periódicas a la Tierra. Pero
en noviembre de 2023 esas señales se volvieron confusas de repente, lo que
significa que los científicos, incapaces de leer ninguno de los datos
recibidos, se encontraron con que no tenían forma de establecer el origen del
fallo.
Pero a principios de marzo, la NASA dio con una
solución: un ingeniero de la Red de Espacio Profundo de la agencia, que opera
las antenas de radio que se comunican tanto con las Voyager como con otras
naves espaciales, logró decodificar la nueva señal y descubrió que contenía una
lectura de toda la memoria del Subsistema de Datos de Vuelo (FDS).
La memoria FDS, que fundamentalmente se encarga de
'empaquetar' los datos científicos y de ingeniería de la Voyager 1 antes de
transmitirlos a la Tierra, incluye también variables o valores utilizados en el
código que pueden cambiar según los comandos o el estado de la nave espacial.
Una valiosa información que permite a los técnicos saber cómo actuar en caso de
fallo.
Así, el equipo comparó esa lectura con la que
apareció antes de que surgiera el problema y buscó discrepancias en el código
que permitieran determinar el origen del problema. Después envió a la nave un
mensaje de comando o 'empuje' (poke) para obtener una lectura del FDS. Y bingo.
Tras decodificar la respuesta los ingenieros encontraron, por fin, la fuente
del problema: la memoria del FDS estaba dañada.
«El equipo -puede leerse en un blog de la NASA-
sospecha que un único chip, responsable de almacenar una parte del sector
afectado de la memoria FDS, no está funcionando. Los ingenieros no pueden
determinar con certeza qué causó el problema. Dos posibilidades son que el chip
haya sido golpeado por una partícula energética procedente del espacio, o que
simplemente se haya desgastado después de 46 años».
La buena noticia es que los ingenieros, dice la
NASA, han encontrado una solución para ejecutar el FDS sin tener que usar el
chip dañado, aunque la tarea les llevará varios meses. La estrategia consiste
en 'redirigir' la salida de mensajes de la nave, de modo que pueda seguir
enviando información legible. En su posición actual, a algo más de 24.000
millones de km de la Tierra, cualquier señal de radio enviada o recibida por la
Voyager 1 necesita 22,5 horas en cruzar el espacio que nos separa.
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