El Niño de Taung, el primer australopithecus hallado, cumple 2,58 millones de años de edad

El descubrimiento de Lucy hace 50 años supuso uno de los mayores hallazgos sobre la evolución humana. Pero, a pesar de su fama, no fue el primer Australopithecus hallado. Ese mérito pertenece al "Niño de Taung”, encontrado en Sudáfrica en 1924 por el británico Raymond Dart. Este fósil fue la primera evidencia de que el origen de la especie humana había ocurrido en el continente africano, así como la primera prueba que confirmaba la teoría de Charles Darwin de que el hombre y el mono comparten un antepasado común. Y ahora, también por primera vez, el antropólogo Francis Tackeray le adjudica una edad de 2,58 millones de años. Hasta la fecha se desconocía la edad de este homínido.

Este ejemplar de Australopithecus africanus fue encontrado concretamente en la zona Miembro 4 de las cuevas de Sterkfontein en la Cuna de la Humanidad, un conjunto de yacimientos paleontológicos y arqueológicos sudafricanos considerados Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. El estudio realizado por Tackeray, cuyo trabajo comenzó junto a la paleoantropóloga ya fallecida Sue Dykes, determina que la edad de los fósiles hallados en este lugar iría de los 2 a los 3,5 millones de años.

Con este resultado se pretende cerrar el debate sobre el período de tiempo del que datan estos fósiles generado por estudios anteriores. Algunos de los investigadores estimaban que tendrían entre 3,4 y 3,7 millones de años, mientras que otros aseguraban que serían mucho más jóvenes, remontándose a 2 millones de años como mínimo y 2,6 como máximo.

Las diferencias se deben, según Tackeray, a los distintos métodos usados por cada equipo, que en ambos casos han publicado artículos rechazando la técnica contraria. Pero para el estudio más reciente se ha usado una nueva a partir del tamaño de los dientes de los fósiles.

En el estudio se han medido las proporciones, tanto de largo como de ancho, de los primeros molares inferiores de los ejemplares para establecer una relación con su edad geológica. Un método que Tackeray y Dykes habían utilizado previamente para determinar la edad de fósiles de Australopithecus y de las primeras especies del género Homo procedentes de Tanzania, Kenia y Etiopía.

 

Una de las razones por las que ha sido difícil establecer una edad precisa a los ejemplares de Sterkfontein es que los primeros descubrimientos se hicieron mientras se utilizaba dinamita para buscar caliza en los años veinte del siglo pasado. Por esta razón desaparecieron muchos restos que podrían haber dado contexto a los fósiles.

El hallazgo del Niño de Taung por Dart, anatomista de la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica, confirmó en 1924 la existencia de la especie Australopithecus africanus, hasta ese momento desconocida.

El fósil también tiene importancia científica por ser el primer y mejor ejemplo de la evolución temprana del cerebro de los homínidos que existe. A partir del cráneo se pudo obtener información más allá de la relativa al cerebro. De hecho, en los años noventa se observaron daños en la órbita de sus ojos por lo que es muy probable que el niño hubiera sufrido el ataque de un pájaro, según estimó en ese momento el paleoantropólogo Phillip Tobias.         

.-

Comentarios

Entradas populares