Descubren un nuevo planeta con calor extremo y similar a Júpiter a “solo” 640 años luz
Astrónomos evacuaron un nuevo misterio cósmico que transporta a mundos más allá de la imaginación. En las profundidades del espacio, a unos 640 años luz de la Tierra, se encuentra WASP-76b, un exoplaneta tan extremo que desafía todo lo que los expertos creían conocer acerca del universo.
Este gigante gaseoso, conocido como un "Júpiter
ultracaliente", orbita tan cerca de su estrella que sus temperaturas
superan los 2.400 grados Celsius. Un calor infernal que vaporiza metales y crea
condiciones atmosféricas tan extremas que hasta la ciencia ficción palidece
ante ellas.
Y es que, según un reciente estudio publicado en la
revista Astronomy & Astrophysics, los científicos detectaron poderosos
vientos de hierro que barren la atmósfera de WASP-76b. Este descubrimiento dejó
a la comunidad científica boquiabierta y detectó una nueva ventana al estudio
de los exoplanetas y sus extrañas atmósferas. Este hallazgo se basa en
observaciones realizadas con el espectrógrafo ESPRESSO del Very Large Telescope
(VLT) en Chile, que permitió a los investigadores analizar la atmósfera del
planeta con gran precisión.
Ana Rita Costa Silva, coautora del estudio y
estudiante doctoral en el Instituto de Astrofísica e Ciências do Espaço (IA),
comentó que esta es la primera vez que se obtienen observaciones ópticas
detalladas del lado diurno de un exoplaneta, revelando vientos de hierro
probablemente impulsados por un punto caliente en la atmósfera del planeta.
WASP-76 b, con una masa equivalente al 92% de la de
Júpiter y un radio aproximadamente 1.85 veces mayor que el de Júpiter, orbita
su estrella anfitriona en un período de 1.8 días, a una distancia que
representa solo el 3.3% de la distancia entre la Tierra y el Sol. Este
exoplaneta está bloqueado por marea, lo que significa que siempre muestra la
misma cara a su estrella, causando grandes diferencias de temperatura entre el
lado diurno y nocturno.
Con solo imaginar un planeta donde llueve hierro
líquido y donde vientos huracanados de metal arrastran átomos incandescentes a
través del cielo, resulta estremecedor. Un mundo donde las leyes de la física
parecen desafiar toda lógica y donde la belleza radica en su propia extrañeza.
WASP-76b es un verdadero laboratorio cósmico, un lugar donde los científicos
pueden estudiar fenómenos extremos que nunca se podría reproducir en la Tierra.
Pero, ¿cómo es posible que exista un planeta así? La
respuesta se encuentra en la proximidad de WASP-76b a su estrella. Esta intensa
radiación estelar calienta el lado diurno del planeta hasta temperaturas
extremas, vaporizando metales como el hierro. Los vientos, impulsados por las
diferencias de temperatura entre el día y la noche, arrastran estos átomos de
hierro a través de la atmósfera, creando un espectáculo cósmico sin igual.
Christophe Lovis, otro coautor del estudio y
profesor asociado en el Departamento de Astronomía de UNIGE, enfatizó la
importancia de las mediciones precisas proporcionadas por ESPRESSO para
explorar los procesos dinámicos en las atmósferas de exoplanetas con un detalle
sin precedentes.
Este descubrimiento no solo revela la complejidad y
diversidad de los exoplanetas, sino que también desafía a replantearse nuestras
propias nociones sobre lo que constituye un planeta habitable. ¿Podrían existir
otros mundos similares a WASP-76b en nuestra galaxia? ¿Qué otros secretos nos
aguardan en las profundidades del cosmos?
Las preguntas son muchas y las respuestas aún están
por descubrir. Pero una cosa es segura: el universo sigue sorprendiendo con su
infinita variedad y belleza. Y WASP-76b, con sus vientos de hierro y su
atmósfera infernal, es una prueba más de que la realidad a menudo supera la
ficción.
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