China revoluciona la construcción espacial con innovadores ladrillos de suelo lunar

China continúa avanzando en sus ambiciosos planes tecnológicos y de investigación, ahora con un experimento que podría cambiar la manera de construir en la Luna. Investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong (HUST) han desarrollado ladrillos que replican la composición del suelo lunar, destacando por ser hasta tres veces más resistentes que los ladrillos de concreto. Este proyecto tiene como objetivo principal sentar las bases para futuras construcciones en la Luna, explorando un material que emula las características del regolito lunar, material vital para la edificación en entornos espaciales.

El investigador Zhou Cheng, miembro clave del equipo en la HUST, explicó que el estudio se centró en cinco composiciones diferentes del suelo lunar y en tres procesos de sinterización, una técnica que permite crear piezas resistentes a partir de polvo metálico o cerámico. Estos análisis buscan optimizar tanto los materiales como los métodos de producción para el eventual desarrollo de bases permanentes en la superficie lunar.

Un desafío con múltiples variables

Zhou puntualizó que el suelo lunar es extremadamente variable según la región. Así, han simulado distintas composiciones, como el terreno donde aterrizó la sonda china Chang’e 5, predominantemente basáltico, o zonas ricas en anortosita, otro material que presenta propiedades de interés. 

Esta heterogeneidad en la composición lunar implica que los ladrillos necesitan adaptarse a diversos tipos de terrenos, lo cual es un reto significativo para su aplicación en futuras bases lunares.

Pruebas extremas para un entorno hostil

A pesar de los avances, el equipo reconoce que estos ladrillos "lunares" deberán superar numerosas pruebas antes de ser considerados listos para la construcción. La estabilidad frente a los “terremotos lunares” —vibraciones generadas en la Luna—, la resistencia a la radiación cósmica, así como su capacidad para soportar temperaturas extremas, son factores críticos a evaluar. Durante el día lunar, las temperaturas pueden superar los 180 grados Celsius, mientras que en la noche descienden hasta -190 grados. Además, los investigadores buscan confirmar si estos ladrillos pueden degradarse en el entorno lunar y qué tan eficaces son en el aislamiento térmico.

La Televisión Central de China (CCTV) informó que los ladrillos serán transportados a la estación espacial china para verificar su desempeño en condiciones de microgravedad y pruebas adicionales que certifiquen su viabilidad. Si el material pasa todas las pruebas, China podría contar con una herramienta revolucionaria para construir estructuras en la Luna, allanando el camino para futuras misiones y, posiblemente, para una presencia humana estable en nuestro satélite.

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