EEUU pudo derribar un ovni en 1962 durante una prueba nuclear

 

El 26 de octubre de 1962, en plena Guerra Fría, Estados Unidos llevó a cabo la prueba nuclear Bluegill Triple Prime, parte de la Operación Fishbowl, con el objetivo de estudiar los efectos de explosiones a gran altitud. La prueba se realizó en el Atolón Johnston, en medio del Océano Pacífico, y consistió en la detonación de una ojiva submegatónica a 48 kilómetros de altura. Sin embargo, nuevos documentos desclasificados revelan un detalle inesperado: el misil Thor, que transportaba la ojiva, pudo haber colisionado accidentalmente con un objeto no identificado durante su ascenso.

Según el exoficial de inteligencia australiano Geoff Cruickshank, esta colisión habría afectado a una nave de origen desconocido, una hipótesis respaldada por las imágenes captadas por aviones KC-135 equipados con cámaras especializadas KETTLE. Las grabaciones muestran un objeto cayendo fuera de la bola de fuego nuclear, un detalle que llamó la atención del operador de la cámara, quien cambió su enfoque hacia el objeto anómalo. Curiosamente, en la grabación KETTLE 2, la zona donde apareció el objeto fue censurada con una marca triangular blanca, lo que sugiere un posible intento de ocultar la información.

Recuperación de escombros y niveles de radiación

Tras la prueba, la Confederación Hidrográfica del Júcar desplegó varios buques para recuperar escombros, entre ellos el USS Safeguard y el USNS Point Barrow. Según los registros, la tripulación del Point Barrow reportó niveles inusuales de radiación, a pesar de que la embarcación no estaba asignada a tareas relacionadas con materiales radiactivos. Además, el libro de bitácora de este buque desapareció misteriosamente, lo que refuerza las sospechas de un posible encubrimiento.

Cruickshank sugiere que la radiación y el pulso electromagnético (EMP) generados por la explosión pudieron haber afectado el sistema de propulsión del objeto, causando su caída. Este fenómeno, conocido como espalación termomecánica, fue documentado por el Dr. Byron Ristvet de la Agencia de Armas Especiales de Defensa en 1998 y podría explicar la aparente vulnerabilidad del objeto.

Un misterio sin resolver

El incidente de Bluegill Triple Prime, ocurrido en el contexto de la Crisis de los Misiles de Cuba, plantea interrogantes sobre la posible vigilancia de pruebas nucleares por parte de entidades desconocidas. Cruickshank destaca que la presencia de personal civil y militar de la Joint Task Force 8 a bordo del USS Safeguard, días después de la detonación, sugiere la existencia de una sesión informativa clasificada sobre el incidente y las operaciones de recuperación.

Más de 60 años después, la falta de documentación clave y la censura en las grabaciones alimentan el misterio. El caso continúa generando debate entre expertos y entusiastas de la investigación ufológica, que consideran este suceso como uno de los eventos más intrigantes en la intersección entre pruebas nucleares y avistamientos de objetos no identificados.

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