Un fósil hallado en Taiwán confirma la presencia de denisovanos más allá de Siberia

La mandíbula Penghu 1 amplía el mapa de esta especie extinta fuera de Siberia y el Tíbet gracias a un revolucionario análisis de proteínas fósiles

Un nuevo estudio paleoproteómico revela la presencia de los denisovanos en el sudeste asiático, desafiando las teorías previas sobre su distribución geográfica y su capacidad de adaptación

Un equipo internacional de científicos ha confirmado que los denisovanos, antiguos homínidos extintos y parientes cercanos de los neandertales, no se limitaron a las regiones frías de Siberia y el Tíbet. El análisis de una mandíbula fósil hallada en el Canal de Penghu, cerca de Taiwán, demuestra que también vivieron en ambientes subtropicales húmedos, ampliando notablemente el conocimiento actual sobre su distribución.

El estudio, publicado recientemente en la revista Science y liderado por el investigador japonés Takumi Tsutaya, ha utilizado por primera vez con éxito la paleoproteómica para obtener evidencia molecular directa del linaje denisovano fuera de las zonas conocidas hasta ahora. A través del análisis de más de 4.000 residuos de aminoácidos extraídos del esmalte dental y del hueso de la mandíbula, los científicos identificaron variantes genéticas coincidentes con las del linaje denisovano, ofreciendo una prueba inequívoca de su identidad.

Una mandíbula que reescribe la historia

El fósil, conocido como Penghu 1, fue recuperado del fondo marino del canal del mismo nombre y presenta una estructura robusta, con molares característicos que guardan similitud con otros restos descubiertos en la meseta tibetana. Aunque ya se sospechaba su origen denisovano por sus rasgos morfológicos, este nuevo estudio aporta la primera evidencia biomolecular directa, despejando cualquier duda.

Este hallazgo no solo demuestra que los denisovanos fueron capaces de habitar zonas cálidas y húmedas, sino que también refuerza la idea de su extraordinaria capacidad de adaptación a diferentes ecosistemas, un factor que pudo ser clave en su expansión por Asia durante el Pleistoceno.

Implicaciones evolutivas

La investigación plantea nuevas hipótesis sobre la diversidad morfológica y sexual entre los individuos de esta especie, aunque los autores advierten que se necesitan más restos para confirmar estas líneas de estudio. También pone sobre la mesa la posibilidad de que numerosos fósiles ya descubiertos en Asia, especialmente en China, podrían pertenecer a denisovanos sin haber sido aún identificados como tales, al no haberse aplicado hasta ahora técnicas genéticas o de paleoproteómica en su análisis.

El descubrimiento subraya la importancia de las nuevas tecnologías en paleontología y abre un nuevo capítulo en el estudio de las migraciones humanas antiguas. Los denisovanos, que surgieron hace unos 370.000 años y desaparecieron hace más de 30.000, siguen siendo una de las ramas más enigmáticas de nuestra historia evolutiva.

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