Descubren en Argentina un dinosaurio que podría ser el más grande de la historia del planeta

 

Un equipo de científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) descubrieron huesos de un nuevo y gigantesco dinosaurio que vivió hace 98 millones de años y podría ser la especie más grande conocida hasta el momento.

Las piezas, encontradas en Neuquén, fueron identificadas como perteneciente a la familia de los dinosaurios saurópodos, que tenían cuellos y colas inmensamente largos, patas en forma de pilares e incluye especies que crecieron hasta alcanzar el tamaño más grande conocido para un animal terrestre.

Los hallazgos fueron publicados en un estudio recién aparecido en Cretaceous Research, donde los científicos explican que se trata de un titanosaurio, un grupo de dinosaurios saurópodos de cuello largo cuyas distintas especies prosperaron en todo el mundo.

Sin embargo, los últimos titanosaurios vivieron en América del Sur, donde evolucionaron hasta convertirse en gigantes. Cabe recordar que en mayo de 2014, en el centro de la Patagonia argentina apareció un ejemplar enorme, llamado Patagotitan.

El descubrimiento del Patagotitan y el tamaño del nuevo dinosaurio

El Patagotitan fue anunciado por paleontólogos en 2014, luego de que se descubrieron los primeros huesos en la Patagonia en 2013. Se cree que pesaba casi 60 toneladas, alcanzaba longitudes de más de 31 metros y en ese momento los expertos dijeron: "Dado el tamaño de estos huesos, que superan a cualquiera de los animales gigantes conocidos anteriormente, el nuevo dinosaurio es el animal más grande conocido que caminó sobre la Tierra".

"El registro de saurópodos titanosaurios de gran tamaño ha sido tradicionalmente extremadamente fragmentario, aunque los descubrimientos recientes de taxones más completos han revelado información anatómica significativa que antes no estaba disponible debido a sesgos de conservación", agregaron.

El pariente más cercano a este ejemplar y al nuevo descubierto es el Andesaurus, un tipo de "titanosaurio de gran tamaño" que existió durante la mitad del período Cretácico en América del Sur. Estos grandes saurópodos llegaron a medir 18 metros de largo.

Sin embargo, los fragmentos de huesos fosilizados indican que el nuevo titanosaurio era mucho más grande, superando fácilmente en tamaño al Andesaurus, por lo que probablemente es el animal terrestre más grande conocido. Detrás quedan otros dinosaurios gigantes: el Patagotitan y el Argentinosaurus, ambos tipos de saurópodos.

El nuevo espécimen es "considerado uno de los saurópodos más grandes jamás encontrados, probablemente superando el tamaño de Patagotitan", declararon los autores.

La convivencia de los dinosaurios

El hallazgo proporciona a los paleontólogos una mayor comprensión de la aparición de dinosaurios saurópodos gigantes, de cómo evolucionaron y cómo vivieron. Parece que numerosas especies de saurópodos vivían una junto a la otra, lo que sugiere que ocuparon diferentes roles en la red alimentaria, dijeron los científicos.

"El espécimen aquí reportado sugiere fuertemente la coexistencia de los titanosaurios más grandes y medianos con rebaquisáuridos de tamaño pequeño (una familia de dinosaurios saurópodos) al comienzo del Cretácico Superior en la provincia de Neuquén, lo que indica una supuesta partición del nicho".

Los dinosaurios saurópodos alguna vez estuvieron muy extendidos, y se han encontrado restos fosilizados en todos los continentes de la Tierra, incluida la Antártida.

Cuando los primeros paleontólogos estudiaron por primera vez los huesos de estos enormes dinosaurios durante el período victoriano, comúnmente se pensaba que debido a su tamaño, las especies de saurópodos eran en gran parte animales que vivían en el agua; sin embargo, investigaciones posteriores revelaron las adaptaciones que permitieron que estas enormes criaturas vivieran en la tierra.

Estos incluyen un sistema de sacos de aire, cuya existencia se indica mediante hendiduras y cavidades en la mayor parte de las vértebras, y huesos neumáticos, huecos, similares a los de las aves actuales, que aligeraban sus enormes extremidades.

El animal más grande que jamás haya existido sigue siendo la ballena azul, que puede alcanzar un tamaño máximo de 33.5 metros de largo y pesar 173 toneladas.

Parásitos fósiles, otro descubrimiento que emociona a paleontólogos

El pasado octubre del 2020 un equipo de investigadores de tres universidades de Brasil identificó la presencia de decenas de microorganismos preservados dentro del hueso de un dinosaurio de más de 80 millones de años y se pudo determinar que pertenecían a algún tipo de parásito sanguíneo.

Los especialistas relataron que era la primera vez que se realizaba un descubrimiento así dentro de los estudios de la paleontología. En el pasado, los parásitos fósiles se habían identificado sólo asociados con insectos conservados en ámbar o en coprolitos (heces fosilizadas). Además, través de una tomografía se pudo señalar que el ejemplar padecía osteomielitis aguda.

El análisis geoquímico indicó la fosilización de estos organismos mediante un proceso llamado fosfatación, que habría ocurrido rápidamente, lo que permitió la preservación de los cuerpos de los microorganismos dentro de los canales vasculares del huésped, antes de que se degradaran.

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