La colisión inminente de dos gigantescos agujeros negros mantiene en vilo a los astrónomos
En el centro de una lejana galaxia, a 1.200 millones de años luz de distancia, algo extraordinario está a punto de suceder: dos enormes agujeros negros, con una masa combinada de cientos de millones de soles, parecen estar dando los pasos finales para una fusión cataclísmica que sacudirá como un mazazo el tejido espaciotemporal del Universo, enviando potentes ondas gravitacionales a través del espacio. Y esta vez, cuando los científicos anuncian que el evento está 'a punto' de producirse, no están diciendo que tendrá lugar dentro de miles o millones de años, sino en un periodo de entre cien y trescientos días.
Nada más aparecer el estudio en el servidor de
prepublicaciones arXiv hace unos días, otros astrónomos no dudaron en poner a
punto sus telescopios para no perderse un espectáculo que, además de ondas
gravitacionales, podría producir un estallido de luz a través de todo el
espectro electromagnético y enviar cantidades masivas de neutrinos que
revelarían valiosos detalles de la colisión.
Nadie, en definitiva, quiere perderse el show cuando
ocurra. En palabras de Huan Yang, del Instituto Perimeter en Waterloo, Canadá,
y coautor del trabajo, "hemos visto gente reaccionando bastante
rápido".
Por supuesto, también podría ser que no ocurriera
absolutamente nada y que la predicción resulte ser un simple espejismo. Por ejemplo,
no está del todo claro que esa galaxia tenga dos agujeros negros, y según
algunos toda la evidencia presentada por los investigadores "es bastante
circunstancial".
Sabemos que prácticamente todas las galaxias
albergan en sus centros agujeros negros supermasivos, aunque los teóricos no se
ponen de acuerdo a la hora de explicar cómo pueden llegar a crecer tanto (se
han encontrado varios que tienen decenas de miles de millones de veces la masa
del Sol). Algunas de esas 'bestias' se alimentan esporádicamente del material
circundante, calentándolo hasta tal punto que empieza a brillar con enorme
intensidad. Pero eso podría no ser suficiente para explicar su enorme tamaño.
Otros piensan que podrían ir creciendo a base de
fusionarse con otros agujeros negros, algo que harían durante las no pocas
colisiones que e producen entre galaxias. Cada una aportaría un agujero negro y
ambos se atraerían gravitatoriamente, hasta fundirse en uno solo mucho mayor.
Pero esos pares de agujeros negros no son fáciles
detectar. Hasta ahora, los grandes telescopios de rayos X solo han logrado
descubrir un puñado de núcleos de galaxias activas (AGN) con dos fuentes
centrales separadas.Y aunque próximos, esos agujeros negros están aún demasiado
lejos unos de otros como para que su 'danza gravitatoria' sea breve. De hecho,
y a pesar de que es seguro que acabarán fusionándose, el proceso puede llevar
incluso miles de millones de años. Demasiado tiempo para cualquier astrónomo.
Sin embargo, algunos núcleos de galaxias activas se
atenúan y vuelven después a iluminarse con regularidad, y los astrónomos creen
que eso se debe a que hay dos agujeros negros girando uno alrededor del otro
antes de fusionarse, y que en cada órbita recalientan regularmente el material
galáctico que los rodea, dando lugar a ciclos de brillo y atenuación. Se les
conoce como AGN periódicos.
Bajo la dirección de Ning Jiang, de la Universidad
de Ciencia y Tecnología de China, los autores del estudio se toparon con uno de
esos AGN periódicos, llamado SDSSJ1430+2303. “Y mi primer instinto -asegura
Jiang- fue que debía estar relacionado con un par de agujeros negros
supermasivos”.
Pero los investigadores vieron algo más, algo que
les hace pensar en un par de agujeros negros muy cerca de la fusión: los ciclos
de brillo y atenuación se están acortando rápidamente. Tanto, que en apenas
tres años de observación pasaron de durar un año a durar solo un mes. Eso
implica que sus órbitas uno alrededor del otro eran cada vez más próximas,
presagiando un encuentro muy cercano en el tiempo. Si esta tendencia
decreciente continúa, los agujeros negros, que según Jiang están ya tan cerca
como el Sol lo está de Plutón, se fusionarán durante los próximos entre 100 y
300 días
Si el equipo está en lo cierto y la fusión
finalmente se produce, lo más probable es que haya "un gran estallido en
todo el espectro electromagnético, desde los rayos gamma hasta la radio".
También podría tener lugar una auténtica avalancha de neutrinos, fácilmente
detectables por el Ice Cube, el detector de neutrinos instalado en el Polo Sur.
Aunque nada de todo esto es seguro.
Lo único cierto es que si la fusión se produce
generará poderosas ondas gravitacionales, aunque también con ellas existe un
problema. La enorme masa de los dos objetos en colisión, en efecto, las emitirá
en una frecuencia demasiado baja como para ser captada por los detectores
actuales, que están 'sintonizados' para las ondas generadas por la fusión de
objetos mucho más pequeños (y con frecuencias más altas). Aunque aún así, según
los investigadores,' sería posible detectar la huella que dejen en el propio
espacio tiempo, una especie de relajación de la distancia y el tiempo
denominada 'memoria de ondas gravitacionales' y que podría ser visible durante
muchos años al monitorizar la actividad de los púlsares. Complicado, sí, pero
posible. Y si se consigue sería una prueba irrefutable de la fusión de dos
agujeros negros supermasivos.
Por ahora, lo único que puede hacerse es seguir observando y comprobar si durante las próximas semanas la duración de los ciclos se sigue acortando, lo que revelaría que los agujeros negros están cada vez más cerca el uno del otro. Si todo resulta tal y como predice el estudio, sería la primera vez que se observa este tipo de fusión entre objetos tan descomunales. Y quizá se halle por fin una respuesta a la cuestión del crecimiento desmesurado de estos oscuros colosos espaciales.
https://www.abc.es/ciencia/abci-colision-inminente-gigantescos-agujeros-negros-mantiene-vilo-astronomos-202202211034_noticia.html
Comentarios
Publicar un comentario