Las supernovas podrían ser el escenario ideal para descubrir señales extraterrestres
Potenciarían las señales enviadas por otras
civilizaciones, pero también podríamos aprovecharlas nosotros para intentar
comunicarnos
Una nueva investigación en el campo de la búsqueda
de inteligencia extraterrestre (SETI) postula que las señales enviadas desde
mundos alienígenas podrían potenciarse después de un evento galáctico
extremadamente brillante, como por ejemplo una supernova. De esta forma, los
extraterrestres las harían más visibles, para que puedan ser advertidas por
otras civilizaciones inteligentes. Los astrónomos creen que el estudio de estas
explosiones estelares podría ser un nuevo enfoque valioso en los esfuerzos por
descubrir señales de otros mundos.
En el marco de la reunión 241 de la Sociedad
Astronómica Estadounidense (AAS, según las siglas en inglés), realizada en
Seattle a principios de enero, un equipo de investigadores del Centro de
Investigación SETI de Berkeley, en California, presentó un nuevo estudio en el
que postulan que las supernovas podrían ser un objetivo interesante y a tener
especialmente en cuenta en próximas búsquedas de señales extraterrestres.
De acuerdo a un artículo publicado en New Scientist,
los astrónomos proponen observar los exoplanetas que hayan estado en la zona de
influencia de SN 1987A, la última supernova visible desde la Tierra, buscando
señales de vida inteligente que se hayan podido emitir desde alguno de ellos.
Dicha supernova fue apreciada por primera vez el 23 de febrero de 1987, y pudo
verse durante varios meses.
Según Bárbara Cabrales, la líder del equipo de
científicos, observar exoplanetas que también hayan visto la luz de supernovas
como SN 1987A podría ser una excelente idea si queremos encontrar signos de
vida extraterrestre, en forma de tecnofirmas o señales de desarrollo
tecnológico de otras civilizaciones, como por ejemplo mensajes emitidos en
algún tipo de onda que pueda ser detectada por los equipos humanos.
Los investigadores sostienen que estas emisiones
podrían potenciarse por la intensidad de las supernovas, haciendo más sencilla
su identificación. Además, creen que podríamos utilizar el mismo método para
aprovechar estas explosiones e intentar enviar mensajes desde la Tierra, que
también serían más fáciles de identificar desde los exoplanetas cercanos a la
supernova.
Vale recordar que las supernovas son explosiones
estelares que pueden manifestarse de forma muy notable en el espacio,
apreciándose incluso a simple vista. Tienen lugar en el marco de las últimas
etapas evolutivas de una estrella masiva, o en el caso de una fusión nuclear
descontrolada en las denominadas enanas blancas. El objeto original que ha
colapsado se convierte finalmente en una estrella de neutrones o en un agujero
negro. En ocasiones, se aniquila por completo y desaparece.
En el caso específico de SN 1987A, los científicos
dicen haber identificado 32 estrellas, usando el Satélite de Sondeo de
Exoplanetas en Tránsito (TESS) de la NASA, que albergan exoplanetas que podrían
ser objetivos a tener en cuenta para un estudio más profundo. Estos mundos han
estado lo suficientemente cerca de la explosión, como para que las
civilizaciones que hipotéticamente podrían habitarlos realicen emisiones más
fáciles de detectar.
Al mismo tiempo, como la luz de la supernova se
desplaza por el cosmos a partir de la dilatación del espacio-tiempo generada
por el proceso de expansión del Universo, la misma podrá ser observada desde
otros sistemas estelares en el futuro, ampliando así el horizonte de búsqueda
de las señales extraterrestres. En consecuencia, “rastrear” el derrotero de SN
1987A y de otras supernovas podría ser algún día la llave para saber,
finalmente, si estamos o no solos en la inmensidad del cosmos.
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