Un ictiosaurio encontrado en el ártico desmonta la teoría evolutiva
La isla noruega de Spitsbergen se
ha convertido en el epicentro que desmonta una antigua teoría evolutiva,
gracias al hallazgo de un ictiosaurio que demuestra que el proceso de
adaptación a la vida marina de este espécimen, es dos millones de años antes de
lo que se había previsto.
En el año 2014 se realizó una
amplía recolección de restos calcáreos, los cuales se asentaron en el lecho
marino alrededor de animales descompuestos, lo que ha permitido su estudio en
el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oslo.
Entre los animales estudiados de
los restos se observaron peces junto a extraños restos de un animal similar al
cocodrilo, además de once vértebras que pertenecían a un ictosaurio, lo que
sorprendió a los arqueólogos, ya que la capa estudiada antecedía el período en
que se pensaba que los ictosaurios vivían en el oceáno.
Los ictosaurios se formaron
primero en las aguas oceánicas pero en determinado momento de su evolución,
salieron de las aguas para convertirse en animales terrestres, aunque se pensó
que en la mega extinción del pérmico hace 250 millones de años estos animales
habían regresado al océano.
El hallazgo desmiente esta teoría
ya que los fósiles encontrados, hacen ver a los investigadores que el proceso
de regreso a las aguas del ictosaurio fue mucho antes de producirse la mega
extinción, por lo que será necesario revisar y reescribir los libros de
historia natural.
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