¿Qué es la amenaza cuántica?
El día Q es cuando se construye un ordenador cuántico tan potente que podría romper los sistemas públicos de encriptación. ¿Hasta qué punto debemos preocuparnos?
Puede llegar un día conocido como el Día Q, que hará
añicos la seguridad mundial tal y como la conocemos.
Podría ser dentro de unos años, o dentro de 10 o
más. Pero científicos, matemáticos y gobiernos no están esperando de brazos
cruzados a que se produzca la amenaza cuántica.
El día Q es cuando se construye un ordenador cuántico
tan potente que podría romper los sistemas públicos de encriptación que
protegen nuestras conversaciones en línea, cuentas bancarias y la
infraestructura más vital, causando estragos en gobiernos y empresas.
Desde los inicios de Internet, la criptografía ha
protegido nuestros datos y conversaciones en línea ocultando o codificando
información que sólo la persona que recibe el mensaje puede leer en los
ordenadores tradicionales.
En los años 70, los matemáticos crearon métodos de
cifrado que consistían en números de cientos de cifras. La dificultad de los
problemas matemáticos era tal que se podía tardar cientos de años en
resolverlos si se utilizaban el tamaño de parámetros y los números adecuados.
Para descifrar el cifrado, había que dividir los
números en sus factores primos, pero esto podía llevar cientos, si no miles, de
años con los ordenadores tradicionales.
Por tanto, la amenaza de que se descifraran los
códigos no era una gran preocupación.
Hasta que en 1994 el matemático estadounidense Peter
Shor demostró que era posible con un algoritmo que utilizaba un hipotético
ordenador cuántico capaz de dividir grandes números en sus factores mucho más
rápido que un ordenador tradicional.
La amenaza cuántica aún no era una preocupación
significativa por aquel entonces, pero empezó a convertirse en un problema
cuatro años después, cuando se construyó el primer ordenador cuántico.
Aunque ese ordenador cuántico -y los que se están
construyendo en la actualidad- aún no son lo suficientemente potentes como para
utilizar el algoritmo de Shor para descifrar los números, en 2015 las agencias
de inteligencia determinaron que el avance de la informática cuántica se está
produciendo a tal velocidad que supone una amenaza para la ciberseguridad.
Por el momento, los qubits, las unidades de procesamiento
de los ordenadores cuánticos, no son estables durante el tiempo suficiente para
descifrar grandes cantidades de datos.
Pero empresas tecnológicas como IBM y Google han
empezado a avanzar lenta pero constantemente en la construcción de máquinas lo
bastante potentes como para ofrecer los beneficios de la cuántica, que incluyen
la investigación farmacéutica, la física subatómica y la logística.
"Es cuestión de tiempo y de cuánto tardaremos
en tener un gran ordenador cuántico", explica a Euronews Next el Dr. Jan
Goetz, CEO y cofundador de IQM Quantum Computers, una start-up que construye
ordenadores cuánticos.
Si se tarda 30 años en construir un ordenador lo
bastante potente, habría menos motivos para alarmarse, ya que la mayoría de los
datos encriptados podrían dejar de ser relevantes.
Pero "si a alguien se le ocurre una idea muy
ingeniosa y ya puede descifrar el código en 3 o 5 años, la situación también
cambia", afirma Goetz.
Los particulares no deberían preocuparse por el día
Q, ya que probablemente sean pocas las personas que tengan datos muy sensibles
y que sigan siendo relevantes en los próximos años.
Según Goetz, una vez que llegue la nueva tecnología,
los códigos de encriptación se actualizarán en todos los ordenadores y
teléfonos, y "no hay que preocuparse demasiado porque la industria se
encargará de ello".
Si se tarda
30 años en construir un ordenador lo suficientemente potente, habría menos
motivos para alarmarseCanva
Pero los gobiernos, las organizaciones y las
empresas deberían preocuparse por la amenaza cuántica.
Existe un concepto llamado "almacenar ahora,
descifrar después". Significa que alguien podría estar almacenando los
datos y esperando a que aparezca un ordenador cuántico lo suficientemente
potente como para desencriptarlos.
"Los gobiernos, en particular, están
recopilando datos de Internet", afirma Ali El Kaafarani, fundador y
consejero delegado de la empresa de criptografía de seguridad cuántica
PQShield.
"Están almacenando datos a los que no pueden
acceder o leer en este momento, pero que pueden mantener ahí hasta que la capa
de criptografía se debilite, hasta que conozcan una forma de atacarla y
entonces la rompan y lean esas comunicaciones", dijo a Euronews Next.
.-
Comentarios
Publicar un comentario