Identifican el sarcófago del faraón Ramsés II
Ramsés II fue uno de los soberanos más poderosos y
longevos del antiguo Egipto. Durante los sesenta y seis años que duró su
reinado, Ramsés lideró varias campañas militares, entre las que destaca la que
tal vez sea la más famosa de todas, la legendaria batalla de Qadesh, que le
enfrentó al poderoso Imperio hitita en tierras de la actual Siria.
Ramsés fue, además, un empedernido constructor y un
gobernante que dominó, de manera magistral, el arte de la propaganda política.
De ello son un buen testimonio las monumentales estatuas erigidas en su honor,
así como sus grandes logros arquitectónicos entre los que destacan los famosos
templos de Abu Simbel, en Nubia, o el
Ramesseum, su templo funerario en la orilla occidental del Nilo, en Tebas.
Tras su muerte, Ramsés II fue enterrado en una
fastuosa tumba excavada en el Valle de los Reyes, posiblemente en un gran
sarcófago de granito, como sus predecesores. Pero cuando su tumba fue explorada
por primera vez a principios del siglo XIX, el colosal sarcófago que acogió la
momia del faraón para su descanso eterno había desaparecido. Desde entonces su
ubicación ha sido un misterio. Hasta ahora.
En 2009, bajo el suelo de un monasterio copto de
Abydos, una localidad situada 170 kilómetros al norte de Tebas y 480 kilómetros
al sur del actual El Cairo, que fue el corazón religioso del antiguo Egipto por
ser el lugar donde la tradición ubicaba la tumba del dios Osiris, un equipo de
arqueólogos liderado por el egipcio Ayman Damrani y por el estadounidense Kevin
Cahail hizo un sorprendente hallazgo: el fragmento de un sarcófago de granito.
Quince años después de este descubrimiento se ha
producido una noticia mucho más sorprendente: al parecer, el fragmento
seguramente perteneció al sarcófago original de Ramsés II. La confirmación ha
sido anunciada por Frédéric Payraudeau, profesor e investigador de Egiptología
en la Universidad de la Sorbona en París e investigador del Centre national de
la Recherche Scientifique (CNRS), tras volver a examinar el fragmento
descubierto por Damarani y Cahail en 2009.
Quince años después del descubrimiento se ha
producido una noticia mucho más sorprendente: este fragmento de granito
seguramente perteneció al sarcófago de Ramsés II.
Payraudeau descubrió que tanto la decoración como
los textos que recubren el fragmento de sarcófago parecían confirmar que este
habría sido utilizado en dos ocasiones: la segunda, por un sumo sacerdote de la
dinastía XXI (1069 a 945 a.C.) llamado Menkheperre. Pero el primer propietario,
sin embargo, seguía siendo un misterio a pesar de que la calidad del fragmento
indicaba que se trataba de una figura alto estatus. Finalmente, cuando el
investigador volvió a examinar los grabados se dio cuenta de algo inimaginable:
uno de ellos era un cartucho que contenía el nombre de Ramsés II.
A día de hoy se sabe que la tumba de Ramsés II en el
Valle de los Reyes fue completamente saqueada ya en la antigüedad, y su momia,
colocada en un ataúd de madera reutilizado, fue trasladada a un escondrijo en
Deir el-Bahari para protegerla de los ladrones. Se especula con que el faraón
pudo haber sido enterrado en un ataúd de oro que fue introducido en un primer
sarcófago de alabastro (que se halló destruido en la tumba) y finalmente en uno
de granito, del cual sería una parte este fragmento encontrado en 2009.
Payraudeau se dio cuenta de algo increíble: uno de
los grabados del fragmento de sarcófago de granito era un cartucho que contenía
el nombre del propio Ramsés II.
Así, el investigador plantea la teoría de que el
sumo sacerdote Menkheperre se habría apropiado del sarcófago de Ramsés II y
habría ordenado que lo trasladaran hasta Abydos. Este importante descubrimiento
demostraría que, tras el saqueo del Valle de los Reyes, algunos elementos
funerarios, como sarcófagos y ataúdes, habrían sido reutilizados otros
gobernantes, como es el caso de Psusenes I, que recuperó para sí mismo el
sarcófago del faraón Merneptah, el decimotercer hijo y sucesor de Ramsés II.
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