El ADN antiguo revela que los rapanui llegaron a América dos siglos antes que Cristóbal Colón

Un nuevo estudio basado en el análisis genético de cadáveres antiguos de Rapa Nui, también conocida como la Isla de Pascua, está reescribiendo la historia de este lugar aislado del Pacífico. Según el ADN de los antiguos rapanui, estos habitantes podrían haber alcanzado las costas de América dos siglos antes de la llegada de Cristóbal Colón, lo que confirma uno de los grandes misterios sobre los primeros contactos transoceánicos entre Polinesia y el continente americano.

Este hallazgo contradice la teoría del "colapso ecológico" o "ecocidio", que sostiene que la civilización rapanui colapsó mucho antes de la llegada de los europeos debido a la sobreexplotación de los recursos naturales.

 Situada a más de 3.500 kilómetros de las costas de Sudamérica y a más de 2.000 kilómetros de la isla polinesia más cercana, Rapa Nui siempre ha sido objeto de especulación histórica, especialmente por sus icónicas estatuas de piedra conocidas como moai. A pesar de su aislamiento, los científicos siempre han estado intrigados por la posibilidad de que los rapanui hubieran navegado hasta el continente americano.

Ahora, gracias a un detallado estudio genético publicado hoy en la revista Nature, se ha encontrado evidencia concluyente de que los antiguos rapanui no solo hicieron ese viaje, sino que se mezclaron genéticamente con poblaciones indígenas americanas antes de la llegada de los europeos en 1722.

Este descubrimiento ha sido posible gracias al análisis del ADN de 15 individuos antiguos de Rapa Nui, cuyos restos datan de entre 1670 y 1950. Conservados en el Musée de l'Homme de París, estos individuos han permitido a los investigadores reconstruir parte de la historia genética de la isla.

El equipo internacional que lideró el estudio, conformado por investigadores de la Universidad de Copenhague y la Universidad de Lausana, logró aumentar significativamente la cantidad de datos genéticos disponibles de los antiguos habitantes de Rapa Nui, descubriendo que aproximadamente un 10% de su ADN tiene origen indígena americano.

El análisis sugiere que este intercambio genético no ocurrió después de la llegada de los europeos, sino entre los siglos XIII y XV, mucho antes de que Colón llegara al Nuevo Mundo en 1492. Este hallazgo implica que los rapanui, o sus antepasados polinesios, lograron realizar viajes transoceánicos hasta América, donde interactuaron y se mezclaron con poblaciones indígenas antes de regresar a su isla natal.

Aunque el estudio no puede determinar exactamente dónde ocurrió este contacto, sí deja claro que los rapanui y los indígenas americanos se encontraron en algún punto del vasto océano Pacífico, lo que añade una nueva dimensión a las habilidades de navegación de los antiguos polinesios.

 Los polinesios, famosos por su destreza en la navegación, fueron capaces de realizar viajes extraordinarios en canoas construidas a mano, sin la ayuda de instrumentos modernos. Las distancias que cubrían en sus travesías son asombrosas, y la idea de que lograran llegar hasta las costas de América antes que los europeos siempre ha sido debatida.

El hallazgo de ADN indígena americano en los rapanui antiguos ahora proporciona la evidencia más sólida hasta la fecha de que estos navegantes del Pacífico fueron algunos de los primeros en interactuar con las culturas del continente.

Además de arrojar luz sobre los contactos entre Polinesia y América, el estudio también ha puesto en entredicho la teoría del colapso ecológico de Rapa Nui. Según esta hipótesis, popularizada por Jared Diamond, profesor de geografía en la Universidad de California, en su libro Colapso: Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen, la civilización rapanui se derrumbó mucho antes de la llegada de los europeos debido a la sobreexplotación de los recursos naturales, especialmente a la deforestación.

La teoría sostiene que los rapanui talaron los bosques de la isla para construir y transportar los moai, lo que resultó en la pérdida de sus recursos, hambrunas, guerras internas y, finalmente, la desaparición de gran parte de su población.

 Sin embargo, el análisis genético de los antiguos rapanui no muestra signos de un colapso poblacional en el siglo XVII, como predice la teoría del ecocidio. En cambio, los datos genéticos indican que la población de la isla se mantuvo estable desde el siglo XIII hasta la llegada de los europeos en el siglo XVIII. De acuerdo al estudio, la estabilidad de la población es fundamental, puesto que contradice directamente la idea de un colapso dramático antes del contacto europeo.

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