El ser humano no conoce el 66% del planeta
Un nuevo estudio alerta de que el fondo oceánico, clave para la vida en la Tierra, sigue siendo un misterio casi absoluto: solo se ha observado el 0,001 %
El océano profundo, situado a más de 200 metros de profundidad, cubre el 66 % de la superficie de la Tierra y es esencial para la estabilidad del planeta. Sin embargo, sigue siendo uno de los territorios menos conocidos por el ser humano. Un estudio publicado en la revista Science Advances por la Ocean Discovery League revela que, pese a décadas de investigaciones, solo se ha observado visualmente una fracción ínfima del fondo oceánico: el 0,001 %, una extensión similar a la ciudad de Bogotá.
Este desconocimiento
resulta alarmante si se tiene en cuenta que estas zonas marinas profundas
desempeñan funciones cruciales como la producción de oxígeno, la regulación
climática o la generación de compuestos médicos únicos. Además, su exploración
se considera fundamental para prever y mitigar impactos del cambio climático o
evitar catástrofes relacionadas con la minería submarina.
Amenazas crecientes y
desigualdad científica
Katy Croff Bell, presidenta de Ocean Discovery League, exploradora de National
Geographic y autora principal del estudio, alerta de la urgencia de conocer
estos ecosistemas. “Necesitamos comprender mucho mejor los procesos que ocurren
en las profundidades oceánicas para poder tomar decisiones informadas sobre su
gestión y conservación”, explica. En su opinión, el vacío de información en
estas regiones supone un grave problema no solo para la ciencia, sino también
para las políticas medioambientales globales.
Uno de los factores
clave de esta falta de conocimiento es el elevado coste que supone explorar el
fondo marino. Como consecuencia, solo cinco países —Estados Unidos, Japón,
Nueva Zelanda, Francia y Alemania— concentran el 97 % de las inmersiones
documentadas. De hecho, más del 65 % de las observaciones visuales se han
registrado en un radio de 200 millas náuticas de Estados Unidos, Japón y Nueva
Zelanda.
Hacia una ciencia más
inclusiva y global
Desde la National Geographic Society, su director de Ciencia e Innovación, Ian
Miller, señala la necesidad de implicar a más regiones en esta labor. “La
exploración de los fondos marinos liderada por científicos y comunidades
locales es crucial para comprender mejor el mayor ecosistema del planeta”,
apunta.
La Ocean Discovery
League busca ahora democratizar el acceso a la exploración submarina mediante
el desarrollo de herramientas tecnológicas asequibles y colaboraciones con
comunidades costeras de todo el mundo. El objetivo es ambicioso: ampliar el
conocimiento de una zona que, pese a su importancia vital, sigue siendo una
frontera casi intacta de la ciencia.
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