La patata moderna nació de un cruce natural entre tomates hace nueve millones de años

Un estudio genómico internacional revela que la patata, alimento esencial en la dieta mundial, se originó hace millones de años a partir de un híbrido natural entre tomates silvestres y tres especies vegetales de Chile

Un reciente análisis genómico, publicado en la revista Cell, ha arrojado nueva luz sobre los orígenes de la patata moderna. Según la investigación, este tubérculo, uno de los cultivos más importantes del planeta, evolucionó hace unos nueve millones de años gracias a un cruce natural entre tomates silvestres y especies del grupo Etuberosum, formado por tres plantas chilenas sin tubérculos comestibles.

Los resultados muestran que el ADN de la patata actual proviene en un 60 % de estas especies chilenas y en un 40 % del tomate, una proporción que se mantiene tanto en variedades silvestres como en las cultivadas.

Una colección genética sin precedentes

El hallazgo fue posible gracias al análisis de 450 genomas de patatas cultivadas y 56 especies silvestres, conformando la colección más completa de datos de este tipo estudiada hasta la fecha. “Las patatas silvestres son muy difíciles de recolectar, por lo que este conjunto de datos supone un avance extraordinario”, destacó Zhiyang Zhang, investigador del Instituto de Genómica Agrícola de Shenzhen (China) y autor principal del estudio.

Hibridación y evolución: un papel subestimado

La investigación pone en relieve la importancia de la hibridación como fuerza evolutiva, un fenómeno históricamente infravalorado. Según Loren Rieseberg, profesor de la Universidad de Columbia Británica y coautor del trabajo, este hallazgo supone “un cambio profundo en nuestra comprensión de la biología de la evolución”, ya que durante mucho tiempo se pensó que las mutaciones aleatorias eran la principal fuente de nuevas especies.

El proceso de hibridación que dio lugar a la patata coincidió con el levantamiento de la cordillera de los Andes, hace entre 14 y 9 millones de años, lo que generó condiciones idóneas para el desarrollo de plantas con tubérculos capaces de almacenar nutrientes bajo tierra.

Genética clave para el tubérculo

Curiosamente, el gen responsable del desarrollo del tubérculo en la patata procede del tomate, pero solo pudo funcionar al combinarse con un gen del grupo Etuberosum que regulaba el crecimiento subterráneo de la planta.

Expansión gracias a la reproducción asexual

Otra de las características fundamentales que favoreció la expansión de la patata es su capacidad de reproducción asexual, es decir, sin necesidad de semillas ni polinización. Esto permitió su rápida difusión primero por Sudamérica y más tarde al resto del mundo gracias al intercambio humano.

Mirando al futuro: hacia nuevas variedades híbridas

Actualmente, varios laboratorios trabajan en el desarrollo de una patata híbrida capaz de reproducirse por semillas, lo que podría acelerar y diversificar su cultivo. El uso del tomate como base de la biología sintética se perfila como una vía prometedora para conseguirlo.

Con este descubrimiento, la patata no solo refuerza su papel como alimento universal, sino también como ejemplo de cómo la naturaleza, a través de la hibridación, ha modelado especies que hoy resultan esenciales para la humanidad.

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